El cuarto pico y la gripe estacional

En estos momentos debe imperar la sensatez y por eso no sobra recordar que detener la cadena del contagio es responsabilidad de cada uno.

Las autoridades sanitarias han estado advirtiendo en los últimos meses sobre la inminencia de la ocurrencia de un cuarto pico de contagios de Covid-19, por cuenta de la variante Ómicron, que es menos letal que la variante Delta, pero mucho más contagiosa. La evidencia señala que este ya llegó; el número de casos creció considerablemente en las últimas dos semanas; el pasado viernes en el país se reportaron 26.190 casos y 59 fallecimientos, mientras que el Tolima registró 306 contagios y tres fallecimientos. Esto hizo que se dispararan las alarmas por la alta ocupación de las camas UCI y el aumento de la demanda de los servicios de urgencia de los centros hospitalarios del Departamento.

Era previsible que el número de casos se incrementara con la llegada de Ómicron, que según el Ministerio de Salud, es responsable del 70% de los casos reportados, pero además, en diciembre hay más reuniones familiares, congestiones en almacenes, supermercados, plazas de mercado, a lo que se añade la apertura total de restaurantes, bares y discotecas.

El secretario de Salud Departamental, Jorge Bolívar, informó que se declaró la alerta roja hospitalaria por la alta ocupación de camas UCI, que se encuentra en el 74%. Estas camas están ocupadas con pacientes críticos de Covid-19, pero también con lesionados en riñas y quemados con pólvora.

Así mismo, las autoridades sanitarias de Ibagué informaron que por estos días está comenzando un pico de enfermedades respiratorias (gripe estacional) cuyos síntomas son congestión nasal, tos, dolor de garganta y de cabeza y que se puede tratar como un resfriado común. Estos síntomas, que pueden ser similares a los del Covid-19, preocupan a los ciudadanos que quizá por eso acuden masivamente a los centros de salud. La recomendación para estos pacientes es que solo vayan a urgencias en caso de que a estos se sumen otros síntomas como fiebre alta, vómito, dolor de cabeza insoportable, sangrado, desmayos o intolerancia a los alimentos.

En estos momentos debe imperar la sensatez y por eso no sobra recordar que detener la cadena del contagio es responsabilidad de cada uno. Así que se deben mantener las medidas de autocuidado: lavado constante de manos, uso de tapabocas, conservar la distancia física y organizar las reuniones en lugares suficientemente ventilados. De la misma forma, es necesario insistir en la vacunación para quienes no han completado su esquema o aún no reciben ninguna dosis.

El Nuevo Día.

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