Trabajar en equipo para sacar adelante la ciudad

Ibagué es una ciudad eminentemente comercial. Gran parte de sus actividades productivas se focalizan en este sector, que, además, es el mayor generador de empleo. El director de la seccional Tolima de Fenalco, Cristian Gutiérrez, hizo un esbozo de la actual situación del gremio y su futuro, y expresó su preocupación por la ausencia de un plan de ciudad, inquietud que bien vale escuchar y atender, si se tiene en cuenta que es el vocero de la agremiación que más dinamiza la economía.

El dirigente gremial tiene claro cuáles son los retos que les esperan a los comerciantes después de la pandemia y de la fase de reactivación que le siguió. Ahora, es necesario para el sector productivo centrarse en la recuperación y el crecimiento económico. Para ello que es necesario contar con una visión clara de los objetivos que se persiguen. 

La visión de corto plazo de los mandatarios y su mala costumbre de modificar las metas y objetivos cada vez que ocurre un cambio de gobierno conducen a la ciudad a la incertidumbre y al caos, una situación indeseable y por la que atravesamos en la actualidad. Ibagué debe definir su vocación, sus actividades principales y establecer un modelo de desarrollo, coordinado, supervisado y revisado con periodicidad, para ajustarlo y replantearlo en caso de que sea menester, sin perder de vista las metas que se trazaron.

Estamos de acuerdo con el director de Fenalco en que la gran debilidad de la ciudad es la falta de planeación y de la visión a largo plazo; en este gobierno se han anunciado diferentes apuestas de desarrollo, algunas relacionadas entre sí, y otras salidas de momentos de efusividad: Ibagué cultural, ciudad musical, de turismo, destino deporte, destino de salud, y se desestimaron otras, como la de ciudad universitaria, que apenas fueron esbozadas y que cayeron en el olvido. Aunado con lo anterior, existen graves fallas de infraestructura que no han sido superadas y que tienen que ver con la deficiente prestación del servicio de acueducto y el pésimo estado de la  malla vial, dos problemas que obstaculizan directamente la labor de los comerciantes.

El desarrollo de la ciudad va de la mano de la actividad económica; de su éxito depende la generación de empleo, el pago de impuestos y la proyección de nuevas obras. Para conseguir este propósito se requiere que los entes gubernamentales estén en sintonía con los gremios económicos. Es preciso que los organismos públicos y privados se articulen, que se trabaje en equipo y que todos tiren para el mismo lado; de lo contrario será difícil enderezar el rumbo.




 

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Redacción EL NUEVO DÍA

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