La doble calzada desconectó a comunidades del Guamo

No se trata de una dificultad menor; no hay que olvidar que La Chamba es un centro artesanal de capital importancia para el Departamento, y que no se pueden truncar de un tajo las relaciones comerciales, laborales y educativas de las comunidades del municipio.

La obra de la doble calzada entre Espinal y Saldaña, que hace parte de la concesión de la vía Girardot-Neiva y que fue inaugurada por el presidente Iván Duque el pasado 14 de junio, ha trastornado la vida de los habitantes de Guamo.

La falta de señalización y la interrupción del paso entre dos sectores del municipio ha tornado este tramo en un lugar de alta peligrosidad, en el que los accidentes de tránsito son el pan de cada día.

Contrariados por esta situación y porque no atienden sus reclamos, los habitantes de La Chamba y las veredas aledañas efectuaron un plantón con cierres intermitentes para reclamar la atención de las autoridades. Las dificultades en el tránsito afectan a niños de los colegios, adultos mayores que se transportan en bicicletas y motociclistas. Los accidentes, que van en aumento, ya han ocasionado fallecimientos. Por eso, las comunidades solicitan que se construya un puente elevado para que los usuarios de la vía no corran riesgos. 

La concesionaria no tuvo en cuenta la alta relación existente entre el corregimiento La Chamba y las veredas Tovar, Serrezuela Paraíso y Chipuelo con la cabecera municipal de Guamo e interrumpió esa conexión; incluso, según el alcalde Rafael Monroy, algunas veredas quedaron sin acceso. 

Después de la protesta, delegados de la concesión se reunieron con los manifestantes y se comprometieron a desarrollar unas mesas de trabajo con voceros de la comunidad; sin embargo, afirman que no se puede hacer nada porque los diseños ya estaban aprobados con anterioridad. El mandatario de Guamo, a su vez, sostiene que se deben buscar alternativas para no exponer más la seguridad de los guamunos y que el Gobierno nacional ha de tomar acciones para evitar que los concesionarios hagan lo que les plazca, sin tener en cuenta a los vecinos de las vías.

No se trata de una dificultad menor; no hay que olvidar que La Chamba es un centro artesanal de capital importancia para el Departamento, y que no se pueden truncar de un tajo las relaciones comerciales, laborales y educativas de las comunidades del municipio. 

Es impensable que un puente elevado, como el que piden los pobladores de la zona, sea la solución inmediata para resolver el problema del aumento de la accidentalidad; sin embargo, sí se requiere mejorar la señalización y ejecutar obras para garantizar la seguridad de todos los usuarios de la doble calzada. 

 

El Nuevo Día

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