Paz, convivencia, democracia y desarrollo, los desafíos del presidente Gustavo Petro

Por nuestra cuenta, esperamos que el presidente Petro mire hacia Tolima con atención, que responda a los reclamos y necesidades de nuestros coterráneos y que apoye, como debe hacerlo un dirigente democrático, los grandes proyectos y programas con que nuestro departamento ha enfrentado los desafíos de los últimos tiempos.

 

Gustavo Francisco Petro Urrego asumió ayer funciones como Presidente de la República, en medio de la prudente expectativa de los sectores más conservadores del país, del respaldo firme de los sectores de izquierda y de la esperanza grande de una ciudadanía que lo respaldó mayoritariamente en las urnas y que ha visto con buenos ojos las decisiones que ha tomado en los últimos dos meses, a juzgar por el sorprendente apoyo, superior al 60 %, que ha registrado en las encuestas recientes. El hoy presidente Petro tiene entonces, frente a los colombianos, un mandato claro y un compromiso concreto por el que deberá responder.

En efecto, el hecho de ser el primer presidente de izquierda en la historia colombiana, pone sobre los hombros de Gustavo Petro un peso extra, pues del éxito de su gestión dependerá que figuras con esa misma ideología tengan también una oportunidad de gobernar, pero, si su administración no logra brillar, cerrará, seguramente por un tiempo largo, las oportunidades de nuevas figuras progresistas en la Casa de Nariño. La instalación de la izquierda como opción confiable de gobierno en Colombia o darle solo un único período de poder, es el sentido histórico que tendrá la administración Petro.

En cualquier caso, lo que los colombianos esperamos es que, concluida una larga y puntillosa campaña proselitista y posesionado como Presidente de la República, Gustavo Petro continúe, como lo ha hecho desde el 19 de junio, atemperando los ánimos de propios y extraños, reforzando el acuerdo nacional que ha propuesto, trabajando en todos los frentes de la paz y, sobre todo, gobernando para todos los colombianos, sin preferencias de ninguna clase, es decir, que el talante conciliador que mostró como presidente electo, lo mantenga y amplíe como mandatario en funciones.

Por nuestra cuenta, esperamos que el presidente Petro mire hacia Tolima con atención, que responda a los reclamos y necesidades de nuestros coterráneos y que apoye, como debe hacerlo un dirigente democrático, los grandes proyectos y programas con que nuestro departamento ha enfrentado los desafíos de los últimos tiempos y ha planeado su futuro inmediato y de largo plazo. El Tolima es una potencia en varias áreas del desarrollo nacional, como la educación, los recursos naturales, el agua, los distritos de riesgo, entre otras, y esperamos más pronto que tarde posicionarnos también en el turismo, los servicios, el comercio, la tecnología, lo que podremos lograr con el respaldo que esperamos del Estado, desde hoy en manos de Gustavo Petro, a quien deseamos los mayores éxitos en su gestión.

El Nuevo Día

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