Ojo con la desnutrición crónica en el Tolima

La desnutrición crónica se combate con agua potable, mejorando la cobertura en atención a las madres gestantes, efectuando controles de talla y peso de los niños en sus primeros años de vida y llevando a cabo campañas de educación efectivas.

La desnutrición crónica en la primera infancia es un problema de salud en Colombia que afecta principalmente a los niños de las comunidades más alejadas y más pobres. Se presenta cuando los infantes no reciben alimentos en la cantidad y la calidad adecuadas, pero también se agudiza en los lugares que carecen de agua potable, saneamiento básico y donde los servicios de salud son precarios o inexistentes.

Las consecuencias de la desnutrición crónica son irreversibles e impactan a lo largo de la vida. Se reflejan en problemas de aprendizaje, baja talla y enfermedades como hipertensión, diabetes y sobrepeso en la edad adulta. Las personas que crecieron con desnutrición se hallan en desventaja en aspectos como educación, trabajo e ingresos, con respecto a aquellas bien alimentadas. No solamente afecta a los individuos, también frena el progreso de las comunidades.

La Fundación Éxito entregó recientemente el informe sobre el Índice de Desnutrición crónica (Idnc) correspondiente a 2020. De acuerdo con el estudio, 10,8% de los niños en Colombia padece desnutrición crónica; este problema afecta más a niños que niñas (12,1%); a los hijos de mujeres con bajo nivel educativo (10,6%), a los hogares más pobres (14,2%); a las zonas rurales (15,4%) y a la población indígena (29,6%).

Durante la pandemia, en 28 de los 32 departamentos se incrementaron las condiciones de riesgo para que los niños padezcan desnutrición crónica o retraso en desarrollo, debido a que disminuyeron los ingresos de las familias y a que algunos servicios de salud se vieron afectados y no se ha logrado recuperar la cobertura que había en 2018. En el Tolima, 16 de los 47 municipios fueron clasificados en categoría baja; es decir, que en ellos hay más posibilidades de que sus infantes estén desnutridos. Los municipios del Departamento que se hallan en riesgo son Planadas, Ataco, Rioblanco, Coyaima, Natagaima, Ortega, San Antonio, Roncesvalles, Rovira, Chaparral, Murillo, Palocabildo, Coello, Murillo, Villarrica y Santa Isabel.

El Idnc incluye información desagregada por departamentos y municipios, y se constituye en un valioso insumo para que las entidades públicas identifiquen las comunidades vulnerables, formulen políticas y direccionen presupuestos para atender a las poblaciones que más lo necesitan.

La desnutrición crónica se combate con agua potable, mejorando la cobertura en atención a las madres gestantes, efectuando controles de talla y peso de los niños en sus primeros años de vida y llevando a cabo campañas de educación efectivas. En los más pequeños se encuentra el futuro desarrollo del Departamento; por eso, los alcaldes de los municipios en riesgo y el gobierno seccional han de concentrar sus esfuerzos en mejorar las condiciones de salud y saneamiento en estas poblaciones.

 

 

 

 

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