El relleno sanitario y la comunidad de La Miel

Conviene a la Administración local y a Cortolima determinar con precisión la vida útil que le queda al relleno, pues si es de solo un año, la ciudad está en mora de buscar un lugar para depositar las basuras de los más de 200.000 suscriptores que tiene Interaseo.

El relleno sanitario La Miel, desde hace 19 años, es el lugar habilitado para depositar las basuras de Ibagué y otros siete municipios del centro del Departamento. En 2004, como parte de una negociación para pagar el 30 % de las 600 hectáreas que les entregó el Gobierno Nacional en diciembre de 1996, los desplazados de Pelaya, Cesar, cedieron una porción de 67 hectáreas para desarrollar en la hacienda La Miel el proyecto de disposición final de residuos sólidos.

La operación del relleno no ha estado exenta de problemas. En varias ocasiones, los habitantes de La Miel han cerrado el paso para impedir el ingreso de los vehículos recolectores como mecanismo de presión para exigir que la Alcaldía les cumpla con obligaciones como la de llevarles agua potable. Así mismo, Cortolima le ha hecho requerimientos a Interaseo por la contaminación de las fuentes de agua, y en 2020 el Tribunal Administrativo del Tolima profirió una medida cautelar, dentro de una acción popular instaurada por la

Personería y el procurador judicial, ambiental y agrario, ante un posible vertimiento de lixiviados a la quebrada Guacarí.

El relleno tiene una vida útil de 25 años, según se estableció inicialmente; no obstante, con el crecimiento de la ciudad aumentó también la cantidad de basuras que producen los habitantes, por lo cual, está en el límite de su capacidad, según advierten voceros de la comunidad de La Miel, y señalan que no han recibido ninguna respuesta al respecto, por parte de la Alcaldía o la Gobernación.    

Al mismo tiempo que llaman la atención por el posible agotamiento del relleno en un año, piden que la Alcaldía les solucione los problemas que padecen por la deficiente prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado y por el mal estado de las vías internas, dificultades que seguramente se incrementarán, pues el lugar está en camino a convertirse en un nuevo barrio de Ibagué, debido a que los propietarios están parcelando sus predios en lotes pequeños para construir viviendas.

Conviene a la Administración local y a Cortolima determinar con precisión la vida útil que le queda al relleno, pues si es de solo un año, la ciudad está en mora de buscar un lugar para depositar las basuras de los más de 200.000 suscriptores que tiene Interaseo; también es oportuno conocer las necesidades de servicios que tiene la comunidad de La Miel.
 

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