Para recuperar los parques se requieren soluciones creativas

Sería una forma de participación activa, de despertar el aprecio por los bienes colectivos
y también de apropiación de estos escenarios; de modo que se les cierran espacios a los delincuentes y los lugares se conservan en buen estado por más tiempo.

Los parques son escenarios públicos destinados a la recreación y el esparcimiento ciudadano. Sin embargo, en Ibagué, gran parte de estos lugares se encuentran abandonados y tomados por la delincuencia. 

El parque de La Paz, localizado en la avenida Guabinal con calle 19, es solo uno de estos ejemplos; las barandas y las sillas se encuentran destrozadas, está invadido por la maleza, se convirtió en un gigantesco basurero y es inseguro. 

Los vecinos del sector piden que lo recuperen, pero parece que este será un problema que heredará la próxima administración, porque su nombre no figura en el listado de lugares que este año intervendrá Ibagué Limpia.

Desde su construcción el parque fue objeto de controversia; en primer lugar, por la cuantiosa suma de dinero que se le invirtió y luego porque no recibió ninguna clase de cuidado. En 2014 se construyó en el lugar un “skatepark”, obra que tampoco está prestando ningún servicio. En 2020, en plena pandemia y luego de que la comunidad del sector se quejó por su deterioro, Ibagué Limpia lo pintó, lo limpió y reparó lo dañado, pero estas intervenciones esporádicas, sin mantenimiento permanente, son un desperdicio de recursos. 

Este no es el único parque que se encuentra abandonado. Los parques biosaludables que se construyeron durante la administración pasada no reciben atención; esto ha causado que los vecinos dejen de visitarlos y se los cedan a la delincuencia.

Los recursos de la Alcaldía son escasos y limitados, más aún si los ciudadanos no se 

apropian debidamente de los espacios públicos y permiten que se utilicen en actividades “non sanctas”.

Por eso es necesario hacer gala de ingenio y creatividad para detener el acelerado deterioro de los parques y fomentar entre los ibaguereños su cuidado, pues los ciudadanos también tenemos responsabilidad con los bienes colectivos.

¿Por qué no contar, entonces, con las Juntas de Acción Comunal? ¿Por qué no vincular a los niños y a los adolescentes? Se pueden implementar ejercicios formativos con los más jóvenes, a través de estrategias que los comprometan con la protección de los parques, como adoptar un árbol o sembrar una planta. 

Además, de la mano de los padres y los maestros, promover que les den buen uso a los juegos y enseñarlos a utilizar las canecas, a cuidar las plantas y a disfrutar los espacios sin destruirlos. 

Sería una forma de participación activa, de despertar el aprecio por los bienes colectivos y también de apropiación de estos escenarios; de modo que se les cierran espacios a los delincuentes y los lugares se conservan en buen estado por más tiempo.

 

El Nuevo Día

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