Mi Casa Ya no puede desaparecer

Es un importante generador de empleo, si se tiene en cuenta que la construcción representa el 7 % del trabajo formal; aporta 4,5 puntos al PIB nacional y demanda insumos y servicios de otros sectores.

Existe preocupación entre los constructores por la desaceleración que registra el sector de la vivienda en este año y porque está en riesgo la continuidad del programa Mi Casa Ya.

Son varios los factores que han venido golpeando la construcción. Por una parte, los costos de los insumos se han venido incrementando desde el año pasado, lo mismo que las tasas de interés; además, en el gobierno pasado no se garantizaron los recursos suficientes para el programa Mi Casa Ya, por lo cual, cerca de 40.000 familias no han recibido sus viviendas.

El presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Guillermo Herrera, asegura que se requieren 3.3 billones de pesos para garantizar los subsidios de Mi Casa Ya que están pendientes del 2022 y los de este año. Sin embargo, los recursos asignados son 1,2 billones de pesos, muy por debajo de lo que los constructores dicen que se necesita.

Por su parte, la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, aseguró que fue el gobierno pasado el que asignó los recursos para este año y reconoce que es necesario buscar la forma de incrementarlos pues, además de darle la posibilidad de adquirir casa a los hogares más pobres, es un gran dinamizador de la economía.

Este año, además, se implementarán cambios al programa. El principal es que los ingresos no se tendrán en cuenta, sino el puntaje que otorga el Sisbén IV, con lo cual, el Gobierno espera que se beneficien más personas. 

Mi Casa Ya funciona con éxito desde 2015 y ha entregado más de 255.000 subsidios desde su inicio. Es un gran motor para reactivar la economía nacional, ya que siete de cada diez viviendas que se construyen en el país son VIS. Además, es un importante generador de empleo, si se tiene en cuenta que la construcción representa el 7 % del trabajo formal; aporta 4,5 puntos al PIB nacional y demanda insumos y servicios de otros sectores.

Ojalá que el clamor de los constructores tenga eco en el Gobierno Nacional y se pueda efectuar la adición que permita garantizar la continuidad del programa que ha logrado beneficiar a las familias colombianas de menos ingresos.

 

El Nuevo Día

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