Hay que recuperar el control de la ciudad

Se requiere más presencia de las autoridades en las calles para evitar que ciertas situaciones se salgan de control y para que quienes transgreden las normas respondan por sus actuaciones.

Durante el pasado puente festivo, la Policía Metropolitana y las secretarías de Gobierno, Salud y Movilidad efectuaron operativos en establecimientos nocturnos de Ibagué. En su accionar, las autoridades sellaron temporalmente diez negocios, porque encontraron menores de edad y sustancias alucinógenas, en unos, y otros fueron cerrados porque estaban operando fuera de los horarios permitidos; así mismo, fueron inmovilizados vehículos por carecer de SOAT y estar sin revisión tecnomecánica. De igual forma, la Secretaría de Salud verificó las condiciones sanitarias de los gastrobares visitados. Los operativos se cumplieron en El Salado, Modelia, Picaleña y Mirolindo.

Los bares y discotecas se están convirtiendo para los vecinos en verdaderos dolores de cabeza, pues además de excederse en los horarios, son focos de ruidos, escándalos y riñas callejeras. Pero estas actividades no son las únicas causantes de desasosiego; desde hace algunos meses, gran parte de la vida ciudadana se desarrolla sin ninguna clase de control.  Por las calles circulan conductores ebrios a altas horas de la madrugada, ocasionando accidentes o en competencias ilegales. La movilidad es un completo desorden, pues los usuarios de las vías no acatan las señales de tránsito, estacionan en donde les place, no respetan las cebras, ni atienden los semáforos. La inseguridad está desbordada; cada día se registran más atracos y fleteos.

Ante la falta de autoridad, muchos ciudadanos decidieron tomar justicia por su propia mano en casos de robo, o solucionan sus diferencias en situaciones de accidentes de tránsito o discordias entre vecinos acudiendo a métodos violentos con los que solo consiguen agudizar los problemas. 

Las gestiones de las autoridades para recuperar el control de la ciudad han de ser apoyadas por los ibaguereños. Lamentablemente, como lo denunció el Secretario de Gobierno, es creciente la falta de respeto con los servidores públicos que cumplen estas tareas, pues deben soportar golpes y malos tratos por parte de las personas requeridas. Si los agentes del orden actúan conforme a los procedimientos establecidos, los ciudadanos deben prestar su colaboración. 

Se requiere más presencia de las autoridades en las calles para evitar que ciertas situaciones se salgan de control y para que quienes transgreden las normas respondan por sus actuaciones. También, se precisa que las agremiaciones, los colegios, las universidades y los colectivos sociales respalden las actuaciones de la Policía y los funcionarios que tienen a su cargo hacer cumplir las normas, y promuevan el respeto por estas gestiones que procuran retomar la tranquilidad ciudadana.

El Nuevo Día

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