Graves intimidaciones a la prensa que no se pueden permitir

Ante estos hechos, las autoridades han de actuar sin demora, pues no solo está en peligro la vida de los periodistas, sino que se están violando de manera flagrante los derechos a la información y a la expresión de los ciudadanos.

Lo ocurrido en el diario El Heraldo de Barranquilla es un delicado atentado contra la libertad de prensa y viola los derechos a la expresión y a la información. El pasado lunes, seis hombres llegaron a la redacción de El Heraldo y dijeron actuar en nombre de Digno Palomino, cabecilla de una organización delincuencial, para exigir la publicación de una entrevista, en la que manifestaba su supuesta intención de sumarse a la paz total.

Las actuaciones delictivas de estos grupos criminales han ido escalando con el correr de los días, pues la semana pasada un desconocido llamó a la redacción de este mismo medio para pedir que le hicieron una entrevista a alias ‘El Castor’, jefe de la banda ‘Los Costeños’. Igualmente, al medio digital Zona Cero llegó un anónimo por las redes sociales, en el que amenazaron con poner bombas en sus instalaciones. También, Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, alias ‘Negro Ober’, líder de ‘Los Rastrojos Costeños’, exigió que los medios El Heraldo, Zona Cero e Impacto News le hicieran una entrevista, luego de la captura de su esposa, y profirió otras amenazas contra policías y comerciantes de Barranquilla.

Aterran estas acciones porque las bandas organizadas se atreven a pavonearse en una de las principales ciudades del país sin el temor a ser apresados, en un alarde de su poder para causar daño.

Ante estos hechos, las autoridades han de actuar sin demora, pues no solo está en peligro la vida de los periodistas, sino que se están violando de manera flagrante los derechos a la información y a la expresión de los ciudadanos. Los medios de comunicación están en una grave situación de indefensión y por eso nos unimos al llamado de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) para que la Unidad Nacional de Protección (UNP) y la Policía activen las medidas para proteger la vida de los periodistas. Así mismo, que la Fiscalía actúe con diligencia para que los responsables sean identificados y capturados.

El Estado no puede rendirse ni claudicar ante las intimidaciones de estos delincuentes, ni puede negociar bajo el peso de las amenazas. La paz debe hacerse con aquellos que se sometan a la justicia y a las leyes, y no con los que pretenden pisotear las instituciones. Las fuerzas del orden han de contar con todas las herramientas que les permitan reducirlos y juzgarlos y, al mismo tiempo, desplegar las acciones necesarias para impedir que estos grupos terroristas atenten contra los colombianos.

Expresamos nuestro repudio al intento de doblegar a la prensa por parte de grupos al margen de la ley, y manifestamos nuestra solidaridad con el diario El Heraldo y los medios digitales Zona Cero e Impacto News. Una prensa libre de intimidaciones, amenazas y presiones es la garantía de una sociedad democrática.

EDITORIAL

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