El norte del Tolima no puede ser retomado por la delincuencia organizada

Lo más importante es que haya presencia permanente del Estado para impedir que de nuevo los grupos armados controlen esta zona del Departamento; por ello, estas actividades han de tener un carácter permanente.

En febrero, la Defensoría del Pueblo emitió la alerta 02 de 2023 para las poblaciones de Armero-Guayabal, Ambalema, Honda, Mariquita y Lérida, por la presencia de las autodefensas gaitanistas y otros grupos de delincuencia organizada que pugnan entre sí para ejercer su perverso dominio en esta región.

Desde 1999 el norte del Tolima fue azotado por la presencia de grupos paramilitares; el Bloque Tolima de las AUC, que comandó Carlos Castaño, y el Frente Omar Isaza (FOI), de las Autodefensas del Magdalena Medio, que operaba bajo el mando de Ramón Isaza. Por más de un lustro estos criminales cometieron masacres, homicidios selectivos, extorsionaron y desplazaron a miles de ciudadanos. De estos grupos terroristas quedaron las que la Defensoría denomina “estructuras posdesmovilizadas del paramilitarismo”, que intentan recuperar el control de este corredor estratégico, que conecta a este Departamento con Cundinamarca, el oriente de Caldas y Antioquia. La venta de estupefacientes, las extorsiones, los panfletos amenazantes, los préstamos gota a gota y los homicidios selectivos son las formas que emplean para someter a la población.

La Defensoría realizó un detallado informe de la situación, describió las amenazas que se ciernen sobre los habitantes en materia de vulneraciones a los derechos humanos y formuló una serie de recomendaciones que involucran a los ministerios de Defensa, Interior, Salud, Educación; a la Fiscalía, a la Policía, al Ejército, a la Gobernación y a las alcaldías, pues es claro que se requiere una intervención integral para recuperar la tranquilidad en el territorio.

El secretario del Interior del Departamento, Eyber Javier Triana, indicó que ya se adelantan acciones, como el aumento del pie de fuerza y la presencia del Ejército y la Policía en lugares estratégicos. A la vez, la Fiscalía trabaja en el esclarecimiento de los homicidios. También se están desarrollando estrategias para prevenir hechos violentos que se originan a partir del consumo de alcohol y estupefacientes. 

Los más afectados con esta problemática son los jóvenes que son presa fácil de los grupos criminales que los reclutan y los ponen a su servicio. Para contrarrestar esas acciones, se están promoviendo actividades deportivas, culturales y recreativas; se respaldan proyectos productivos y se mantiene la oferta de educación superior de forma gratuita en las instituciones públicas del Departamento: el Itfip, el Conservatorio y la Universidad del Tolima.

Lo más importante es que haya presencia permanente del Estado para impedir que de nuevo los grupos armados controlen esta zona del Departamento; por ello, estas actividades han de tener un carácter permanente.

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