Se requiere conocer toda la verdad de los “falsos positivos” cometidos en el Tolima

Es de suponer que los exmilitares que solicitaron someterse a la JEP entregarán en pocos días información esclarecedora sobre este episodio nefasto de la historia del conflicto en nuestro Departamento.

Un avance importante para alcanzar la reconciliación entre los colombianos, después de más de 50 años de conflicto armado, es el esclarecimiento de los crímenes que afectaron a civiles desarmados. Las ejecuciones extrajudiciales, que eufemísticamente se denominaron “falsos positivos”, también sucedieron en el Tolima, y la sociedad y las familias de estas víctimas demandan verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición.

En este escenario, hace pocos días, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aceptó el sometimiento de dos oficiales, un suboficial y un soldado (hoy retirados), que hacían parte del Gaula Militar del Tolima, quienes participaron en “falsos positivos” cometidos entre 2006 y 2008. Los hechos que los involucran se registraron en los municipios Fresno, donde fueron asesinadas dos personas, Ambalema (dos), Alvarado (dos), San Luis (dos) e Ibagué donde cometieron 8 homicidios. 

Las víctimas, que fueron presentadas como bajas en combate, fueron contactadas mediante engaños para luego ser llevadas a zonas rurales donde fueron asesinadas; además, se encontraban desarmadas y en condición de indefensión. Los entonces militares alteraron las escenas de los hechos; pusieron armas y material de intendencia en los cuerpos de las víctimas y, en algunos casos, escondieron o destruyeron los documentos que permitían su identificación. Igualmente, alteraron los documentos operacionales y dieron declaraciones falsas ante la Justicia Penal Militar para desviar el curso de las investigaciones. Lo más grave es que actuaron en complicidad con miembros de la Regional de Inteligencia Militar del Ejército y el antiguo DAS.

El motivo para cometer estos crímenes fue presentar estas acciones como operativos favorables en contra de la delincuencia y los extorsionistas en el Departamento. La JEP tratará de establecer si existió un patrón de criminalidad en el Gaula Militar del Tolima durante esos años.

La JEP considera, sin embargo, que los exmilitares no hicieron aportes a la verdad plena, que fueran proporcionales a los beneficios de libertad que les concedió la justicia y a la gravedad de los delitos cometidos, porque no basta con hacer una narración de los hechos, sino que deben entregar detalles sobre las todas circunstancias, como la identidad de todos los que participaron, como fueron seleccionadas las víctimas, si hubo pago de recompensas y quiénes ordenaron las acciones. Así mismo, deben indicar claramente como garantizarán que estos hechos no se repitan y aportar el proceso de reconciliación.

Es de suponer que los exmilitares que solicitaron someterse a la JEP entregarán en pocos días información esclarecedora sobre este episodio nefasto de la historia del conflicto en nuestro Departamento.

 

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