La política pública de bienestar y protección animal

El objetivo de la política es, pues, mejorar las condiciones de los animales y evitarles tratos crueles. Con respecto a las mascotas, se busca regular las adopciones, realizar jornadas de esterilización para controlar la superpoblación de perros y gatos callejeros, y adelantar campañas de concientización sobre su tenencia adecuada y saludable.

La jurisprudencia en Colombia ha establecido que los animales son seres sintientes que deben ser protegidos. En concordancia con lo anterior, la Nación adoptó la política pública de protección a los animales; algunas capitales ya la aprobaron y ahora Ibagué lo hace, por medio del acuerdo que aprobó el Concejo, y que está pendiente de sanción por parte del alcalde Andrés Hurtado para que se convierta en ley municipal.

Los animales (silvestres y domésticos) comparten el planeta con los humanos y contribuyen al equilibrio ambiental, prestan utilidad, sirven de alimento y como mascotas son parte integral de las familias. Las mascotas proporcionan compañía, mejoran la salud y favorecen el desarrollo de una infancia feliz para los niños, a los que además les dan la oportunidad de aprender sobre responsabilidad, comunicación y cuidado.

En las ciudades más pobladas también compiten por el espacio con los humanos y se pueden convertir en motivo de discordia entre los vecinos, pues algunos dueños no los cuidan con responsabilidad, no les recogen los excrementos y en el caso de algunos perros de razas consideradas peligrosas los llevan sin bozal y atacan a otros animales o a las personas; algunos más no les brindan los cuidados que necesitan, los dejan encerrados, no los alimentan los golpean con violencia. En las populares cabalgatas, jinetes alicorados maltratan a los caballos y los someten a extenuantes jornadas.

El objetivo de la política es, pues, mejorar las condiciones de los animales y evitarles tratos crueles. Con respecto a las mascotas, se busca regular las adopciones, realizar jornadas de esterilización para controlar la superpoblación de perros y gatos callejeros, y adelantar campañas de concientización sobre su tenencia adecuada y saludable. El concejal Javier Mora tomó como suya la defensa de los animales y por más de siete años trabajó para conseguir la aprobación del proyecto que es una hoja de ruta para que la ciudad regule lo relacionado con el bienestar de los animales y se procure la asignación de recursos del orden local y nacional necesarios para tales fines. La construcción de este marco de referencia es un paso adelante en el mejoramiento de las relaciones que tenemos con los demás seres que comparten con nosotros el planeta.

 

EL NUEVO DÍA

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