La situación del sur del Tolima es preocupante

La espiral de violencia asciende día tras día y, si no se toman acciones inmediatas y contundentes, se volverá insostenible en las próximas elecciones.

Si por el norte llueve, por el sur no escampa. Ayer nos referíamos a la delicada alteración del orden público que se vive en Fresno, por cuenta de las bandas dedicadas al tráfico de estupefacientes que sostienen una disputa por el control territorial del norte del Departamento. 

Lamentablemente, la situación en el sur del Tolima no es mejor, ya que después de unos años de calma luego de la firma del acuerdo de paz con las Farc, las extorsiones y la presencia de grupos armados han retornado a una región que busca recuperar su tranquilidad y hallar la senda del desarrollo.

Planadas, Chaparral, Rioblanco y San Antonio son poblaciones que estuvieron martirizadas por el conflicto y ahora padecen la presencia del frente Ismael Ruiz de las disidencias de las Farc, que reinició su actividad delincuencial y que se ha incrementado con la ruptura del cese al fuego. Los comerciantes y finqueros están siendo extorsionados de nuevo y la zozobra se ha apoderado de los habitantes.

El pasado fin de semana San Antonio vivió una noche de terror, debido al atentado perpetrado por dos hombres que dispararon en contra de siete jóvenes que departían en reconocido sector de la población, acción que dejó un muerto y dos heridos. Aunque no se ha establecido el origen del ataque, lo cierto es que en el municipio está circulando un panfleto en el que se amenaza con asesinar a delincuentes y a quienes se hallen fuera de su casa después de las 10 de la noche.

La Misión de Observación Electoral (MOE) también dio a conocer que algunos candidatos no pueden llevar a cabo su actividad proselitista en algunos municipios del sur por amenazas. Así mismo, a finales de abril fue asesinado el líder Carlos Andrés Torres Gutiérrez, integrante del consejo de juventudes de Chaparral.

La situación es tan alarmante que el propio gobernador del Tolima, Ricardo Orozco, no pudo viajar a la inauguración del puente Las Delicias que comunica Alpujarra (Tolima), con Baraya (Huila), por la amenaza de un posible atentado en su contra, del que serían responsables las disidencias de las Farc.

La espiral de violencia asciende día tras día y, si no se toman acciones inmediatas y contundentes, se volverá insostenible en las próximas elecciones. 

EDITORIAL

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