Los dolorosos episodios del martes, cuando dos personas se lanzaron desde el puente de La Variante de Ibagué, exigen una intervención inmediata de las autoridades. Ya no se pueden inventar más excusas para buscar la salida a una situación que les ha costado la vida a decenas de ciudadanos.
Para infortunio de la ciudad, desde su misma construcción, muchas personas que quieren acabar con su existencia adoptaron el puente como un medio expedito para cumplir sus propósitos. Cuando había solo una calzada, se alzaron rejas y por algunos años la situación estuvo controlada. Sin embargo, con la segunda calzada el problema se reactivó. Entonces, se elevaron peticiones a la Alcaldía, a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y a la concesionaria encargada de la obra (App Gica) para tomar medidas, pero ninguna de las entidades se hizo cargo de la solución, lo cual llevó a la Personería a instaurar una acción popular, que fue fallada al comienzo de este año y que ordena que se ejecuten las obras necesarias para impedir el acceso a los que tienen el propósito de saltar del puente.
Sin embargo, la sentencia fue apelada por los demandados y por eso aún no está en firme.
En materia de prevención del suicidio, un problema de salud pública, se han formulado estrategias para mitigar los riesgos, con acciones oportunas que no requieren grandes inversiones de recursos, señala la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Para ello es necesario identificar los factores de riesgo y encontrar mecanismos de protección.
El suicidio impulsivo (que se puede desencadenar por una crisis económica, una decepción amorosa o la pérdida de un familiar), se puede reducir si se restringen los medios letales. En el caso de Ibagué, el puente de La Variante es visto como un medio eficaz por quienes tienen estas ideas, motivo por el cual las barreras de acceso resultarán efectivas.
Más allá de a qué entidad le corresponde ejecutar los trabajos, es urgente emprender acciones, pues no es posible que más personas deban morir por esta falta de diligencia de las entidades responsables de proteger la vida de los ciudadanos.
La doble tragedia del martes, que llevó el luto a dos familias de la ciudad, y que en otra parte del mundo hubiera originado que se decretasen días de duelo, no fue suficiente motivo para que se diera un pronunciamiento solidario por parte del alcalde Andrés Hurtado, que parece más ocupado en otras actividades.
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