Al margen de los grandes temas locales y nacionales, que siempre mueven nuestro interés y suscitan grandes preocupaciones, tuvimos la semana anterior el comienzo de las eliminatorias en el fútbol masculino de mayores, al mundial de Estados Unidos, México y Canadá, asunto que, sin duda, mueve las más profundas fibras de la gran mayoría de los colombianos y mantiene un interés constante no solo en los aficionados, sino entre la ciudadanía en general, es decir, las eliminatorias y el mundial de fútbol siguen siendo temas prioritarios no solo para nosotros, sino para la gran mayoría de los países del mundo.
También por estos días llegamos a los 30 años del partido en el que, a manos de una selección Colombia en su momento más brillante, Argentina sufrió el sorpresivo 5-0 que transformó en historia para ambos países, un encuentro decisivo para la clasificación de los argentinos, que quedaron ese día fuertemente golpeados en su orgullo y dependiendo de un repechaje que finalmente sortearon con éxito. De ese momento de apoteosis, pocos meses después volvimos a la realidad y tuvimos que ver una humillante eliminación en Estados Unidos en primera ronda y enseguida, como sangriento colofón de esa historia, el asesinato infame de Andrés Escobar.
Solo cuatro años atrás, en Italia 90, la misma brillante selección Colombia, cayó en octavos de final luego de una jugada irresponsable de René Higuita en tiempo suplementario que le dio el definitivo gol de la ventaja a Camerún y también dejó afuera a un equipo del que se esperaba mucho más. El ciclo de Maturana y Gómez fue siempre así, de grandes resultados en eliminatorias y grandes frustraciones en los mundiales. En los ciclos posteriores, especialmente con José Pekerman, el equipo nacional había equilibrado su rendimiento entre buenas eliminatorias y buenos balances en el torneo mundial.
El sexto lugar en el último intento por llegar al campeonato mundial, con Reinaldo Rueda, representó el más reciente fracaso del fútbol nacional de mayores, aunque hoy el país espera que las cosas cambien y que con Néstor Lorenzo y los jugadores de las nuevas generaciones que están destacándose, el camino hacia el nuevo mundial se presente menos sinuoso, que Colombia clasifique sin grandes afanes y que ya en el torneo, la selección haga presentaciones serias y destacadas como las que hizo con José Pekerman. Esperamos que este nuevo ciclo, que inició con victoria ante Venezuela, concluya de la mejor manera, con muchas victorias en canchas ajenas.
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