La figura de Obras por impuestos fue creada en la reforma tributaria de 2016, durante el gobierno de Juan Manuel Santos, con el fin de que las grandes empresas paguen hasta el 50% del impuesto sobre la renta con la construcción de obras en las regiones que fueron castigadas durante el conflicto armado.
Gracias a este mecanismo se han conseguido ejecutar proyectos en 204 municipios y se han vinculado cerca de 120 empresas, que han invertido en vías, agua potable, alcantarillado, educación, salud y energía.
Cajamarca fue uno de los beneficiados. Después de décadas de presencia de la guerrilla y de la estigmatización de sus habitantes, los cajamarcunos recibieron la Institución Educativa La Leona, en la vereda El Cajón, que construyó la empresa Crepes & Wafles, que había establecido lazos con este municipio desde 2017, a través de la compra de productos como el limón mandarino y la arracacha.
Más que una obra pública, la Institución Educativa La Leona es el resultado del trabajo de la empresa privada, en articulación con la Alcaldía y el Gobierno Nacional. Además, en el proyecto se tuvo en cuenta la sabiduría ancestral en el diseño arquitectónico y los materiales fueron adquiridos en la región.
Durante la ejecución del proyecto, los constructores se toparon con un cementerio indígena en el que registraron 14 tumbas y por eso se incluyó una sección museográfica que fue bautizada como "Ancestros y maestros”.
La Institución tiene capacidad para 450 estudiantes de los grados preescolar, primaria y bachillerato e incluye biblioteca, auditorio, laboratorios, canchas deportivas, cocina, huertas y zonas verdes, que podrán disfrutar los cajamarcunos, ya que también será un lugar de encuentro comunitario.
En la actualidad hay 240 estudiantes, pero el rector de la Institución, Tito Sánchez, confía en que el año próximo se matriculen 320, y que con alianzas con el Sena y las universidades más jóvenes puedan beneficiarse de las instalaciones. Pero, para que la obra perdure es preciso que se garanticen en los presupuestos recursos para el transporte y la alimentación escolar, tecnología y conectividad, como bien lo hizo notar el alcalde de Cajamarca, Roberto Vargas.
Esperamos que más empresas se vinculen con sus contribuciones para desarrollar proyectos en otros municipios tolimenses que también padecieron el conflicto armado y que requieren obras que les permitan superar la pobreza y la desigualdad.
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