En los siguientes años este número ha aumentado hasta llegar a cerca de mil, según los cálculos que entregó la Secretaría de Desarrollo Social Comunitario el año pasado.
Por desgracia, esta población, cuyos derechos están vulnerados, solo es visible para los demás ciudadanos cuando se sienten amenazados por su presencia. Recientemente, el representante de las plazas de mercado de Ibagué, Albeiro Mora, expuso que se ha incrementado el número de habitantes de calle en los alrededores de las plazas de mercado de la 14, la 21, la 28, El Jardín y El Salado. La situación es más preocupante en los alrededores de la 21, pues se presentan continuas peleas entre ellos y, además, son agresivos con los dueños de los negocios y los usuarios de las plazas, por lo cual el clima de inseguridad es permanente.
El de la 21 ha sido desde hace mucho tiempo un punto crítico para la seguridad, debido a que en los alrededores hay empresas de reciclaje y la mayoría de los habitantes de calle se dedican a esta actividad. Desde hace más de una década se proyectó la renovación de la zona, y se comenzó con la construcción de un hipermercado, pero este proyecto fracasó, y cada día son más los habitantes de calle.
Estas personas están en condiciones de exclusión social, son discriminadas y estigmatizadas. Están privadas de derechos como los de salud, protección social, vivienda digna e identidad. El Estado está en la obligación de restituir sus derechos y darles la oportunidad de un nuevo comienzo; por ello no se debe abordar este problema social solo como un asunto policial.
Para restablecer y garantizar sus derechos es preciso saber dónde están, quiénes son, de dónde vienen y cuáles son sus necesidades prioritarias. A comienzos de este año, la Alcaldía anunció tareas para brindar atención integral a este grupo poblacional. También informó que comenzaría la caracterización de los habitantes de la calle por comunas y, para ello, contará con el apoyo de la Policía y la Registraduría. Es preciso acelerar estas labores, antes de que se convierta en una verdadera crisis.
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