“El problema de agua de la ciudad no es un problema de concesión, es un problema de eficiencia”, Olga Alfonso

Crédito: Jorge Cuéllar / EL NUEVO DÍAFrente a la problemática de agua en Ibagué, desde Cortolima se dejó claro que ellos no son quienes deben dar una solución, pero han apoyado en varios proyectos.
Después de algunas críticas a las decisiones que tomó Cortolima frente al uso de la quebrada Corazón para abastecimiento del preciado líquido, la Corporación dio a conocer el panorama del cauce y la información que la empresa de acueducto suministró.
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Mediante una rueda de prensa, la directora General de la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, Olga Lucía Alfonso, junto a un equipo técnico, explicó por qué se le rechazó a la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, la concesión de agua de la quebrada Corazón.

Es de mencionar que ante la negativa de la corporación, el alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, en lo corrido de la semana dijo que la directora de la CAR había politizado una necesidad que tenía la ciudad en materia de agua y, que la misma no había comprendido lo que le estaban pidiendo, por lo que esperaba la llegada de otro director y ahora mejor direccionaría los recursos previstos en la pavimentación de vías.

Aunque Cortolima en lo corrido del mes ya se había referido a la negativa del aval, en esta oportunidad lo hizo de manera técnica, detallada “con un poco más de ‘plastilina’ para que cualquier niño de tercero de primaria pueda entender” acotó Olga Alfonso, quien aparentemente no perdió la oportunidad para lanzarle entre frase y frase unos ‘dardos’ al burgomaestre.

 

Explicación de Cortolima

 

Desde la CAR se dijo que el Ibal había solicitado tres permisos, el de concepción de agua superficial, aprovechamiento forestal, y otro de ocupación de cauce, pero que en ninguno se había cumplido con todos los requisitos establecidos.

Paso seguido, la Directora de la Corporación resaltó que el análisis realizado al trámite solicitado por el Ibal se fundamentó en un condicionamiento técnico extraído de la Evaluación Regional del Agua (ERA-2022),  que fue construido en conjunto con profesionales de la Universidad del Tolima.

Con lo cual pudieron conocer la oferta hídrica superficial disponible para la quebrada Corazón (drenaje directo del río Combeima), y el comportamiento de la misma en los diferentes momentos climáticos.

Así pues, se estableció que la cuenca no es estable hidrológicamente, demostrando que los caudales no son permanentes a lo largo del tiempo, por lo que en ocasiones podría estar por debajo del 50 % de los caudales medios.

Aunado a lo anterior, se evidenció que la disponibilidad de agua que tiene la quebrada es de 238 litros por segundo, y la empresa de acueducto pidió 357 L/s, por lo que no hay una condición hidrológica para dar el permiso.

Pedro Chacón, uno de los profesionales que hizo parte del análisis en cuanto al caudal, relató que, “la oferta hídrica total, disponible superficial, es de 6.200 litros por segundo, se debe respetar un caudal ambiental para que la fauna asociada al corredor se sostenga, y el caudal es de 3,180 litros.

Luego tenemos la oferta hídrica total disponible (que es la oferta hídrica total superficial menos el caudal ambiental), lo que quiere decir que tenemos 3.020 litros, luego tenemos una Demanda Hídrica Total (son los usuarios que por derecho ya están establecidos en lo que corresponde a Combeima 1 y 2), ese nos da que a ese punto tenemos un déficit de agua de 3.030 litros por segundo y un índice de uso de agua que es la oferta sobre la demanda de 200 %, osea una condición crítica (...)”.

También se comentó que habría faltado incluir un censo de usuarios que se desean abastecer con esa concesión.

 

Las otras solicitudes 

 

Frente a los otros requerimientos que efectuó la empresa de acueducto a Cortolima, la entidad manifestó que, respecto al aprovechamiento forestal no hubo información clara y precisa sobre la idea, lo que dejó incertidumbres técnicas.

Tampoco se encontró la autorización sanitaria emitida por la institución de salud necesaria, un requisito fundamental para que las concepciones sean aprobadas, y no se hizo un estudio determinando la ubicación donde se generan afectaciones por el tránsito aguas arriba y aguas abajo de la fauna asociada al recurso natural.

William Rodríguez, integrante de la CAR, puntualizó, “en la ocupación de cauce no se presentó el estudio hidrológico y de socavación del río Combeima, un aspecto muy importante porque estamos hablando que se van a instalar estructuras permanentes sobre esta fuente hídrica, por tanto, se debe analizar el comportamiento de la misma una vez ya se haya construido”.

 

No se pueden hacer comparativas 

 

Para seguir con las aclaraciones, desde Cortolima aseguraron que la concesión de la quebrada Cay no se podía comparar con la quebrada Corazón,  porque se realizaron actualizaciones y los caudales con el paso del tiempo han sufrido cambios.

Silvia Arias, integrante de la CAR relató, “en 1999 donde se otorga un caudal inicial de 240,58 litros por segundo. Ibagué en el 2014 pide un aumento de caudal de más o menos 127 litros por segundo para tener un caudal total de 367 litros por segundo, como lo ha dicho la directora, no 600 como lo ha venido diciendo el Alcalde”.

Por lo anterior, Cay quedó prácticamente con todo el caudal concesionado, y la quebrada Corazón tiene un caudal ecológico muy por debajo de Cay y la solicitud de la concesión del afluente que tienen aprobado en este momento era menor al que solicitaron actualmente. 

En tanto, Arias agregó, “si el Ibal quisiera volver a presentar una solicitud, que creo que no ha manifestado sino solamente ha refutado las consideraciones técnicas, debería hacerlas bajo el caudal diferencial que nosotros presentamos, que es de 238.40”.

Frente al tema, a Olga Alfonso le pareció importante dejar claro que las concesiones de agua no se otorgan por tiempos climáticos determinados, sino que debe ser un servicio constante.

 

Cantidad de agua concesionada por el Ibal 

 

Ante lo vital que es el agua y las problemáticas que se han generado en la ciudad por la frecuencia de la misma en varias zonas, la directora de la CAR hizo un llamado a la reflexión sobre lo que sería realmente el problema del Ibal para el suministro de agua a los ibaguereños y no ser ‘Combeima dependiente’.  

Por tanto, señaló que la empresa de acueducto tiene concesionados 3309.31 litros por segundo a la fecha, distribuidos así, 1.860 litros por segundo, otorgado, del río Combeima; 367.5 L/S de la quebrada Cay; 69.8 L/S de la quebrada Chembe- afluente río Alvarado; 1.11 L/S de la Quebrada La Esmeralda; 1.9 de La Esmeralda y 1009 L/S del río Cocora.

Lo anterior, conforme a los datos recopilados por la Corporación, los 600 mil habitantes que hay en Ibagué podrían ser abastecidos perfectamente.

“Con lo que el Ibal tiene hoy concesionado, que son 3309.31 litros por segundo, podría abastecer más de un millón 400 mil habitantes si quisiera, es decir que el problema de agua de Ibagué no son las concesiones”, dijo Olga Alfonso, directora de la CAR.

Añadió, “el problema de agua de la ciudad no es un problema de concesión, es un problema de eficiencia, y dicho por el alcalde en agosto del año 2022: nosotros tenemos muchos daños en el Ibal, aquí se nos producen 2 mil litros por segundo cerca de 50 millones de metros cúbicos año, pero solo facturamos 27 millones de metros cúbicos y el resto se pierde por fugas, lo cual la red ya está vieja obsoleta y cumplió su vida útil”.

Lo que la Superintendencia de servicios públicos, de acuerdo al programa de gestión que acordó el Ibal referenció que los distritos 2- 5 y 5a del Ibal tienen pérdidas reales del 56.75 % del 82, 31 % y del 75.41 %. Sin dejar de lado que recientemente se dio a conocer de las fugas.

 

El Ibal responde

 

Desde el Ibal se comentó que a raíz de la dificultad que surge en torno a la continuidad del servicio de agua potable en Ibagué, que se origina en temporada de lluvias, es necesario buscar una solución que beneficie a la sociedad del perímetro urbano. 

Y teniendo en cuenta la resolución 0097 del 21 de enero del 2016, la Corporación le entregó al Ibal la quebrada Cay, para solventar las necesidades que surjan en razón a los niveles de turbiedad en el punto de la bocatoma del río Combeima, por lo que no entienden la negativa en esta oportunidad.

Además, desde la empresa de acueducto se dijo mediante un escrito que, “es clara la deforestación que tiene la cuenca del Combeima, donde el Ibal paga una tasa de uso a Cortolima para programas de conservación y protección de las fuentes hídricas, y las inversiones no se ven”.

Así pues, la entidad planea llevar a cabo el trámite del recurso de apelación dentro del término entregado por Cortolima, y sustentará las observaciones del proyecto, el cual dicen que les fue vulnerado ese derecho en el tiempo del trámite que fue por más de 11 meses.

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