“Amiga revisa tu Facebook, alguien está escribiendo mensajes muy feos en tu muro: Esas fueron las palabras con las que Rocío Camargo inició su día, las mismas que se convertirían en un mensaje constante durante tres largos años”, esto es lo que cuenta el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, MinTic, en su página web haciendo referencia a la violencia digital que se vive en Colombia. 

Este es apenas un caso menos grave: las extorsiones por videos sexuales, el acoso sexual, la manipulación y el bullying son las formas de violencia digital que estás afectando a más de la mitad de las personas en el país. Por supuesto, niños, niñas, adolescentes, mujeres y población Lgbtiq+ son los más perjudicados con este tipo de violencias, pero también los estereotipos masculinos están planteando problemas a la salud mental de los hombres. 

Se ha llegado a un punto donde nadie está a salvo, aunque no se puede negar que hay poblaciones más vulneradas. Sin embargo, el fraude, la manipulación y el bullying afectan a todos y todas y la salud mental está en juego. Ya es el problema de salud pública número uno en el mundo.

¿Qué está pasando? 

55 %  de los jóvenes han sido víctimas de ciberacoso, según cifras arrojadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) 
y la Fundación  Telefónica. 

60 % de las mujeres entre 18 y 40  años en Colombia  manifestaron ser acosadas a través de redes sociales, según un estudio de Ranking PAR de Equidad de  Género de Latam.

59,6 % de las empresas aún no cuentan con protocolos para el manejo del acoso generado a través de medios digitales, demuestra un estudio de Ranking PAR de Equidad de  Género de Latam.

¿Qué es la violencia digital?

Jimmy Jiménez, abogado y fundador del bufete Integrity Legals, señala que “la violencia de género digital deriva de utilizar medios tecnológicos como correo electrónico, aplicaciones de mensajería, redes sociales, videojuegos, aplicaciones de citas y en general, los espacios en los que se puedan publicar contenidos, como foros, blogs, páginas web, etc., para hostigar, violentar, amenazar, insultar, irrespetar la privacidad, suplantar la identidad y difundir información falsa para socavar el buen nombre, entre otras acciones”.

Una de las formas más populares dentro de las redes sociales para avergonzar y dañar el buen nombre de una persona es el famoso ‘body-shamming’, en donde personas, en su mayoría mujeres, son denigradas e insultadas a raíz de sus publicaciones en redes sociales.

“Actualmente la Corte Constitucional ordenó al Consejo Superior de la Judicatura, establecer dentro de los próximos seis meses un protocolo de buenas prácticas en los procesos judiciales, con el fin de atender de forma efectiva a las víctimas de violencia digital, para que en las actuaciones de los operadores judiciales no sean revictimizadas”, explica el abogado Jiménez. 

Desde el momento en que se sufre la violencia, se puede proceder a denunciar, ante la Fiscalía General de la Nación. 

Al recibir la denuncia se debe establecer si las conductas acaecidas, se configuran como violencia o como delitos cibernéticos.

“Las denuncias por las conductas de violencia de género en Colombia pueden ser interpuestas por las víctimas o por un tercero. Es importante que se aporten elementos materiales probatorios, que demuestren las conductas ejercidas contra la víctima. Esto se debe hacer de forma adecuada ante los investigadores de la Fiscalía, para que se conserve la cadena de custodia. (fotografías, link de sitios, conversaciones, publicaciones, testimonios, etc)”, recalca el abogado consultado.

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