“De toda la ‘parafernalia’ de la tributaria, terminamos recibiendo menos”, Enrique Gómez

Jorge Cuéllar / EL NUEVO DÍA
Crédito: Jorge Cuéllar / EL NUEVO DÍADesde su campaña a la Presidencia, la postura política de Enrique Gómez ha estado en contravía con los idearios de Gustavo Petro. Hoy día, su colectividad es de oposición.
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Luego de haber aspirado a la Presidencia, los planes del máximo líder del partido Salvación Nacional se centran en una agenda amplia, donde busca concretar algunas posibilidades ciudadanas a partir del impulso de liderazgos en los municipios.
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EL NUEVO DÍA: En los últimos meses, su colectividad se ha posicionado en una oposición asidua al Gobierno. Mucho se ha hablado de los primeros cien días de Gustavo Petro en el poder, ¿qué opina?

Enrique Gómez Martínez: Nosotros somos partido de oposición inscritos ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), desde la campaña estamos opuesto a las ideas y propuestas que formuló Petro y a lo ‘mucho’ que ha logrado implementar en estos cien días. 

Así como a él le ha ido bien, al país le ha ido mal, porque muchos de los efectos de sus propuestas se están sintiendo en la realidad económica del país como en la devaluación y la falta de atención a la inflación.

 

E.N.D.: ¿Y de las ‘mayorías’ del Congreso de la República?

E.G.M.: Veo mucha gestión en el Congreso, le llamo el ‘McCongreso’ donde el Gobierno entra, pide una ley con ‘papas y gaseosa’ y se la dan. Ha perdido todas las formas. Los que perdieron el 19 de mayo, que eran el Partido de La U, Partido Conservador y el Partido Liberal; resultaron ganadores el 19 de junio. No hay ‘cambio’ en el cambio de Petro, está gobernando con los mismos de antes, haciendo exactamente la misma cosa. Y eso no transforma el país. 

Estos cien días tienen para ellos un avance estructural porque el recurso que van a recibir de la próxima reforma tributaria. ¿Cuál es su efecto? Ningún economista en el mundo dice que vamos a crecer más del 2 % en el 2023, y eso es malo para un país como Colombia. Afecta el empleo, reduce la inversión y los impuestos. Al final es como dar un ‘tiro’ en el pie.

 

E.N.D.: Sin embargo, durante estos primeros meses de gestión política, el Gobierno sacó adelante entre cuestionamientos la reforma tributaria, ¿qué puede decir?

E.G.M.: De toda la ‘parafernalia’ de la tributaria, terminamos recibiendo menos. El tema en estos cien días ha tenido mucho de ideológico y ha puesto las cosas en riesgo. La estabilidad del sistema energético es muy valiosa, el ‘grueso’ del país no vivió el apagón del 92’. 

Colombia no puede sobrevivir sin los hidrocarburos fiscalmente ni energéticamente y genera una porción importante de 300 mil empleos formales en un país que está sumido en la informalidad. Además el 50 % de los ingresos fiscales del nivel central son regalías o rentas sobre la industria de hidrocarburos.

 

E.N.D.: ¿Algo que pueda reconocerle a Petro en cuanto a la toma de decisiones?

E.G.M.: Queda de bueno el manejo que se le ha dado al restablecimiento de relaciones con Venezuela, las acciones anteriores eran inútiles y estériles. A un dictador no le importan las sanciones morales, en cambio vea a 800 mil colombianos sin servicios consulares y 3 millones de migrantes en Colombia. Eso es porque allá no hay comida, alimentos, muebles, vestidos, pero nuestro país sí puede abastecer eso. Eso sí, el restablecimiento no ha avanzado con la rapidez que yo quisiera, si hubiera sido presidente me hubiera concentrado en eso. 

 

E.N.D.: ¿Qué sensación le trajo la puesta en marcha de los diálogos de paz con el ELN?

E.G.M.: Triste por el inicio de diálogos con una guerrilla hipócrita. Creo que no va para ningún lado, he escuchado a los comisionados y no saben qué es lo que van a hacer. Nadie entiende eso de los ‘acuerdos parciales de implementación inmediata’. 

Esos señores llevan 30 años en Venezuela y no tienen mando sobre los que están aquí. El ELN es una federación de violencias, de terroristas, pero ningún frente tiene relación con nosotros. Cada uno se autofinancia y se manda solo.

Quedo preocupado y no creo que traiga paz. De hecho, todo lo que va a suceder es lo contrario, más competencia por las rutas del narcotráfico entre organizaciones ilegales que controlan cada vez más hectáreas de cultivos ilícitos, más minas ‘quiebrapatas’ sembradas de forma indiscriminada.

 

E.N.D.:  En estos últimos cien días, el presidente Gustavo Petro ha realizado algunos cambios estructurales a la fuerza pública, ¿qué piensa de este suceso?

E.G.M.: El que dirige esos cambios, no es el Presidente. El que dirige esos cambios es el senador Iván Cepeda. Él lleva doce años en la Comisión Segunda del Senado aprobando todos los ascensos a general y coronel de la Fuerza Pública. 

Tiene la hoja de vida de todos, los ha estudiado a todos, les ha hecho inteligencia. El objetivo es reducir la capacidad operativa y romper la moral.

¿Por qué pueden sacar esas listas tan extensas? Él marca los que no quiere, los que han tenido éxito operacionales. ¿Y cuál es la nueva ‘meritocracia’ de la Fuerza Pública? la mediocridad. Una jerarquía no basada en compromiso, riesgo o resultados operacionales,  sino ‘lagartería’.

 

E.N.D.: Lo anterior hilado con el tema de la ‘Paz Total’, ¿cómo evalúa ese ‘grueso’ del Gobierno actual?

E.G.M.: Que los pactos de la ‘Picota’ sí existían. Cuanto menos opere la fuerza pública, más campea la delincuencia en Colombia. Y es lo que está sucediendo. Las Farc y el ELN se están matando en ausencia del Ejército Nacional que no va a volver a salir. 

Creo que el Presidente está disfrutando de un cese de operaciones parcial, pero ya se está ‘saliendo de madre’, porque en el suroccidente del país el que pone la cuota de compra de la ‘coca’ es el ‘Sinaloa’. 

 

E.N.D.: Dentro de sus aristas discursivas, el presidente Petro sostiene que la lucha contra las drogas ya se perdió, ¿qué opina de la premisa?

E.G.M.: Yo creo que el fracaso de la ‘prohibición’ es correcto. Cincuenta años de prohibición no redujo el crecimiento del consumo, pero sí trajo a la mafia. Uno arranca por desmontar la prohibición porque ahí el orden de los factores sí altera el producto. Petro ha salido a hablar del ‘miserablismo’ y de liberar la producción del cultivo, asunto que mantiene el problema. 

 

E.N.D.: ¿Y el tema de la regularización del cannabis qué sensación le genera?

E.G.M.: Al contrario, hay que reglamentar el uso. No conozco a un adulto que no consiga en la cuadra marihuana. ¿La gente quiere que el chofer del bus trabaje ‘enmarihuanado’? Yo no quiero eso, es un absurdo. La gente que ha sufrido de las adicciones en las familias sabe que es un problema mental. Hay que volver a fomentar la cultura de ambiente seguro.

 

Agenda regional

 

E.N.D.: ¿Su visita a la región responde a planes electorales para el próximo año?

E.G.M.: Salvación Nacional va a tener candidatos al concejo, alcaldías, asambleas y gobernaciones en todo el país. Estamos construyendo la estructura de un nuevo partido que será distinto a todos los otros partidos corruptos que manejan la política colombiana. Desde lo local iremos a lo nacional para que los municipios puedan promover sus propias candidaturas. 

 

E.N.D.: ¿Ricardo Ferro tendrá alguna injerencia política en Ibagué para el próximo año?

E.G.M.: Él está muy interesado, es militante del partido en ese proceso de construir partido y avanzar en el caso de Ibagué. Nos está ayudando en todo el departamento y está recorriendo esa ruta institucional y nos ha comentado su interés de aspirar a la alcaldía de Ibagué. 

 

E.N.D.: Entretanto, en su recorrido por el Tolima y sus charlas con el exsenador Ferro, ¿cuáles son las necesidades que cree que se tienen que atender en la región?

E.G.M.: Este es un departamento rico en agua y ‘muerto’ de sed. Las grandes ciudades del Tolima están emproblemadas con el suministro de agua potable, la disposición de aguas servidas y el tema de infraestructura vial en una región altamente agrícola. 

Tampoco se ha logrado la descentralización de la red de atención en salud privada y la red pública deja mucho que desear. También he dialogado con algunos educadores y hay problemas en los procesos pedagógicos de la región. Sin embargo, lo más importante es la generación de empleo, la posibilidad económica se ha visto perjudicada por la cultura de los auxilios, de ingresos solidarios, por lo que hay un encarecimiento en la mano de obra tanto en lo rural como en lo urbano, por lo que no se está generando empleo de calidad. 

 

E.N.D.: El Tolima ha estado arraigado en una discusión de cultura política, toda vez que durante los últimos años, la Gobernación se mueve entre dos espectros políticos.

E.G.M.: Yo hablo distinto, este departamento tiene dueños. En el gobierno de Santos se cometió un error gravísimo en la repartida de la ‘mermelada’ de las regalías, donde se reforzaron los presupuestos de muchos departamentos sin una correlación clara de los deberes en la región. Eso le dio mucha liquidez a las regiones grandes de Colombia, y eso las transformó en botines políticos poderosos, por eso los Jaramillo no han vuelto a coger Gobernación, porque a los Barreto les entró ese ‘chorro’ y con eso han afianzado su poder político, malgastando el presupuesto. 

 

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Credito
REDACCIÓN POLÍTICA

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