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Los mismos partidos de Gobierno, La U, el Partido Conservador y el Partido Liberal, han sido enfáticos en los cambios que debe tener el texto final de la reforma que lidera la ministra de Salud, Carolina Corcho.
En una primera reunión con el presidente Petro, los máximos líderes de los tres partidos, la directora de La U, Dilian Francisca Toro; el presidente del Partido Conservador, Efraín Cepeda; y el presidente del Partido Liberal, el expresidente César Gaviria, le expresaron al mandatario su inconformismo con partes del articulado.
En las últimas semanas esos tres partidos entregaron la llamada contrarreforma, la cual ha sido discutida y debatida con el presidente Petro, la ministra Corcho, el ministro del Interior, Alfonso Prada, y el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, de las cuales se ha confirmado que el texto final podrá tener muchos cambios.
Uno de los tres partidos ha sido el mayor crítico de la reforma: el Partido Liberal con la vocería del expresidente Gaviria, quien no solo en este caso, sino antes de declararse de Gobierno ha evidenciado los reparos que tiene con la reforma a la salud, recientemente aseguró que, si no se llega a un acuerdo, presentarán una reforma aparte.
“Hay que tratar de encontrar un camino que nos permita, o hacer una discusión rápida y presentar un proyecto único y sacarlo adelante, o simplemente presentar cada uno su proyecto y en el Congreso los discutimos, yo si tengo la preocupación que a este sistema hay que darle tranquilidad más temprano que tarde”, explicó Gaviria en declaraciones.
La especial discrepancia del expresidente Gaviria se da justo con un tema que comenzó a modificarse en su Gobierno como presidente hace algunos años en Colombia y del cual siempre ha mostrado gran interés.
Pero esta no es la primera vez que los liberales expresan plenamente sus reparos a los proyectos o decisiones que toma el Gobierno. Recientemente cuestionaron la salida del exministro de Educación, Alejandro Gaviria.
Gaviria sostuvo en su momento: “Me asiste el temor de que lo que terminó prevaleciendo fueron las exigencias de la ministra Corcho, quien a lo largo del proceso de discusión de la reforma de la salud ha sido intolerante, no acepta las críticas, ni las ideas diferentes”.
Gaviria también se pronunció sobre la decisión del presidente Petro de asumir el control de la regulación de servicios públicos: “Este no es el momento para destruir lo existente y, por razones ideológicas, recrear la situación del pasado, con todos sus problemas, males y carencias. No se puede correr el riesgo de que bajen las coberturas, se deteriore la calidad”.
La reforma tributaria no se salvó tampoco, en su momento, el expresidente Gaviria expuso en 11 puntos y 17 páginas porque no estaba de acuerdo en puntos como la tributación de personas naturales, el impuesto al patrimonio, los impuestos a las pensiones, al sector minero y de hidrocarburos, a los dividendos, entre otros.
Haciendo un recuento de lo que ha sido la relación entre el Gobierno y los liberales, es que la definición de declararse de Gobierno o de oposición si estuvo fríamente calculada por el expresidente Gaviria, quien tuvo que sostener diferentes reuniones y evaluar casos que le permitieran definir el panorama político.
Desde que se declararon de Gobierno, la colectividad liberal expresó sus reparos a la forma en la que se mostraba el ejecutivo y las líneas que para ellos eran de gran relevancia.
“Nosotros exigimos que nuestros puntos de vista sean tenidos en cuenta y que los compromisos que el Gobierno ha adquirido con nosotros nos los cumpla. Eso lo estamos esperando y confío en que vamos a salir exitosos”, afirmó en su momento el expresidente Gaviria.
Y aunque en la actualidad intentara esfumarse entre conversaciones y encuentros, los hechos demostrarían que Petro y Gaviria continuarían siendo los opositores políticos que han sido durante sus trayectorias políticas en medio de las diferentes figuras que han ostentado en su trayectoria laboral.
Análisis de la coyuntura
Para la docente e investigadora Patricia Muñoz, es normal que las diferencias se hagan públicas y es más aún evidente que el expresidente Gaviria está haciendo valer su experiencia en la política colombiana.
“César Gaviria como político experimentado que es, expresidente, como jefe del Partido Liberal, hace valer esa experiencia, esa fuerza del partido a través de procesos de negociación difíciles que le pueden representar, de un lado beneficios directos en términos de cuotas burocráticas con el Gobierno”, explicó Muñoz.
Y reiteró la docente: “O del otro le representa una ventaja al electorado defendiendo tesis que han sido propias del partido, mostrando una colaboración con el Gobierno, pero también una autonomía del partido y todo ello con miras a las elecciones de este año, demostrar un Partido Liberal colaborador y autónomo que pueda competir de una manera directa”.
Por su parte, para el docente y analista Camilo Ignacio González, la relación en la coalición no tiene unanimidad en su pensamiento político.
“Fue una coalición que se montó con la idea y necesidad de un cambio (…) no deja de ser una coalición constituida alrededor de un proyecto electoral, es una coalición donde no hay tanto debate interno, donde no todas las posturas están igualmente representadas”, expresó el docente.
González afirmó que los conflictos políticos internos son normales, aunque destacó la forma en la que se ha proyectado el Gobierno en ese debate.
“Es normal que empiecen a haber conflictos internamente y las coaliciones son muy complejas de administrar en la práctica. Hay una contradicción fundamental que tiene en este momento el Gobierno, su narrativa está a favor de todo el tiempo estar dialogando y que todo sea muy concertado, pero a la vez la voz del presidente es muy fuerte y no siempre pareciera que invite a ese diálogo”, expresó el analista.
Frente a la posibilidad de que haya una división entre el Gobierno y los liberales, la docente Muñoz aseguró que es poco probable que ocurra, debido a la naturalidad de las discusiones.
“Muy a pesar de todas las posiciones firmes e iniciales que muestran tanto el Gobierno como los partidos, que es parte natural de todo ese forcejeó político, de negociación, finalmente han podido sentarse, conversar y llegar a un acuerdo sobre cuáles son los puntos en donde los partidos ceden, donde el Gobierno puede llegar a ceder”, explicó Muñoz.
Sin embargo, la docente aseguró que evidentemente el principal interesado en mantener la coalición es el Gobierno.
“El cambio solo ese logra a través de esas reformas, es el Gobierno del presidente, él sabe que necesita unas mayorías en el Congreso que puedan empujar, aprobar, apurar estas reformas, el presidente los necesita, los partidos se saben necesitar, pero también quieren estar cerca del Gobierno por los beneficios que les puede generar”, explicó Muñoz.
Por su parte, González catalogó la situación como normal en medio del debate, pero reiteró la diversidad de pensamiento que tiene la coalición y que hace generar las continuas diferencias y los diversos temas.
“El Partido Liberal hace parte de esa coalición, hubo y hay personas del liberalismo en el Gobierno, pero no es una coalición que esté muy articulada en principios fuertes, si hay idea de algunas reformas que eran necesarias en una necesidad de cambio, pero realmente es muy diverso lo que hay adentro y es normal que pase”, explicó el docente.
Y concluyó González: “Ese tipo de cosas van a seguir pasando, no sé si el Partido Liberal está cerca de volverse de oposición, pero si después de un tiempo, con la presión y desgaste de todas esas reformas, si es posible que se pueda ir fragmentando esa coalición y que eventualmente cuando comience el juego electoral también se empiecen a proyectar otras personas hacia las elecciones”.
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