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Se estima que en el mundo afecta a un 3,8 % de la población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7 % de los adultos de más de 60 años. Cifras que responden a la necesidad imperiosa que tiene atender y tratar a los pacientes que sufren la enfermedad y cuyos síntomas pueden convertirse en un problema de salud complejo, especialmente cuando es recurrente y de intensidad moderada a grave
Precisamente, la doctora Erika Mena, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, comparte cuáles son los síntomas, causas, tratamiento y acompañamiento adecuado que desde casa y a nivel profesional se debe hacer con los pacientes que presentan este tipo de trastornos.
Qué es la depresión
La depresión es un trastorno mental lo suficientemente intenso como para afectar las áreas de ajuste e interferir en el funcionamiento normal de la persona. De acuerdo con la doctora Mena, “es un sentimiento de tristeza y/o una disminución del interés o del placer en las actividades cotidianas”, destaca.
Además, es una afección que puede generar culpa o falta de autoestima, dificultad en hábitos de sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”. Señales que llevan a calificar la depresión como una psicopatología en la cual una persona empieza a manifestar síntomas de tristeza, desidia o desesperanza.
De esta manera, el término depresión se utiliza para referirse a cualquiera de los trastornos depresivos. Según el “Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5)”, se clasifican algunos tipos de trastornos según los síntomas específicos y otros son clasificados por la etiología.
Tipos de depresión más comunes en adultos de + 60 años
De acuerdo con la doctora Erika Mena, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, para saber la forma de tratar la depresión, es importante conocer qué tipo de trastorno depresivo que presenta el paciente, entre los cuales se encuentran:
– Trastorno depresivo mayor: conocido también como la depresión unipolar, hace que la persona experimente sentimientos de tristeza, sufrimiento emocional, pérdida, ira o frustración que interfieren con la vida diaria. Según la OMS afecta a un 7 % de la población de personas mayores en general, lo que representa un 5,7 % de los años vividos con una discapacidad entre las personas de 60 años de edad y mayores.
– Distimia: conocido también como el trastorno depresivo persistente. Se trata de un trastorno continuo y crónico, pero más leve que la depresión mayor. Aquellos adultos mayores de 60 años que la padecen pierden interés por las actividades cotidianas, manifiestan desesperanza, pesimismo y una baja autoestima.
– Trastorno bipolar: un tipo de depresión que se caracteriza por evidenciar cambios extremos en el ánimo de quien la padece, van desde trastornos de depresión hasta episodios maníacos. De esta manera, el paciente sufre episodios bajos (depresión) con altos (manía) provocando hiperactividad, irritabilidad e insomnio.
– Ciclotimia: es un estado mental que produce altibajos emocionales, pero no tan acentuados como el caso del trastorno bipolar. Es la forma de depresión más leve y suele ser confundido en diferentes casos con los cambios normales que se presentan en el estado de ánimo.
Qué causa la depresión en adultos de más de 60 años
De acuerdo con la doctora Erika Mena, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, son varios los factores que provocan depresión en el adulto mayor, algunas causas frecuentes son:
– Pérdida de su vitalidad.
– Cambios en su ritmo de vida.
– Limitaciones funcionales que dificultan la participación en las actividades diarias.
– Pérdidas de seres queridos que hacían parte de su entorno y que eran significativas.
– Alejamiento con personas de su edad o pareja sentimental.
– Separación de la familia e hijos y pérdidas laborales.
– Diagnósticos médicos de enfermedades que con la edad empiezan a evidenciarse.
– Disminución en sus ingresos económicos.
– Aislamiento social.
Síntomas de depresión en adultos mayores
Según la doctora Erika Mena, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, existe una diversidad de signos y síntomas que pueden identificar una depresión, como:
– Estados de depresión la mayor parte del día, casi todos los días.
– Sentimientos de desesperanza.
– Menos socialización y aislamiento social.
– Carácter irritable.
– Sentimientos de inutilidad.
– Pensamientos de muerte recurrente.
– Indiferencia ante situaciones que habitualmente disfrutaba o le afectaban.
– Estados de llanto frecuentes.
– Disminución de la energía.
– Alteraciones en sus hábitos de sueño, como dormir más o menos de lo recomendado.
– Pérdida o aumento de peso, sin explicación.
Cuando se empiezan a evidenciar esta serie de signos, es importante solicitar el apoyo de un profesional de la salud con el fin de evaluar los criterios diagnósticos y determinar si se trata de una depresión.
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Cómo tratar la depresión
Para la doctora Erika Mena, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, es esencial en primera instancia determinar un diagnóstico temprano para promover el tratamiento oportuno e integral. Un evento que requiere de una atención clínica, psicológica y social; orientada bajo las condiciones y necesidades particulares que tiene el paciente.
“El profesional deberá tener en cuenta para la elección del tratamiento sus experiencias previas, la duración del suceso, las características de los síntomas y los episodios depresivos previos”, resalta la doctora Mena, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica. Es recomendarle algunas estrategias para su manejo, tales como:
– Cambios en sus rutinas habituales.
– Mejorar sus relaciones con otras personas.
– Hacer ejercicio con una rutina constante, al menos tres veces por semana.
– Mantener un hábito adecuado del sueño.
– Establecer actividades como el arte, la música, la culinaria.
– Tener una alimentación saludable.
Por su parte, la psicoterapia y otras terapias psicológicas utilizadas en el tratamiento son fundamentales para tratar en el paciente con el trastorno. En algunos casos el profesional prevé la necesidad de establecer el uso de medicamentos. Es trascendental y excluyente que siempre esté indicado únicamente por especialistas de la salud mental.
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En cuanto al acompañamiento que realizan las personas cuidadoras y familiares es importante estar en sintonía con una serie de recomendaciones para hacerlo apropiadamente. Entre ellas están:
– Escuchar sus miedos.
– Brindar siempre un apoyo incondicional.
– Por ningún motivo minimizar sus sentimientos.
– Animarlo/a a salir a caminar o realizar alguna actividad física.
– Integrarlo en actividades familiares de su agrado y con personas de su edad.
– Generar actividades que traigan buenos recuerdos a la mente: escuchar su música favorita, hablar sobre sus anécdotas de vida etc.
– Incentivarlo/a para que siga su tratamiento.
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