En 2012 el maestro Llano había sido internado en la Fundación Santa Fe, al norte de la capital colombiana, con un diagnóstico de un coágulo en el cerebro. Desde aquel año el mago de los teclados no reconocía a nadie, padecía alzheimer.
Llano González, nacido el 5 de julio de 1932 en Titiribí, Antioquia, estudió algunos semestres de medicina pero la música fue más fuerte, así que se dedicó al aprendizaje del lenguaje de las notas aplicadas a los instrumentos de las teclas.
Después de terminar su bachillerato en Medellín, viajó a Bogotá donde se radicó y allí conoció a quien, después de su madre Magdalena González, fue su mayor influencia en el medio artístico, el maestro Oriol Rangel.
Berenice Chávez, a quien conoció en la emisora la Voz de Colombia, fue quien lo presentó a Rangel, con quien conformaron un grupo musical en 1956.
Desde aquella época formó dupletas admirables, al teclado, en los estudios de emisoras y sets de televisión, y de sellos grabadores, con otros colegas suyos como los hermanos Manuel J. y Alejandro Bernal, Francisco Cristancho y Jorge Camargo.
De sus magistrales arreglos musicales recibieron su acompañamiento al órgano, en los principales estudios fonográficos, cantantes tan famosos del catálogo nacional como Obdulio y Julián, Garzón y Collazos, el Dueto de Antaño, Carlos Julio Ramírez, Alberto Granados, Alberto Osorio, Lucho Ramírez y Víctor Hugo Ayala, Billy Bedoya, Carmiña Gallo y Berenice Chaves.
Grabó más de sesenta discos de larga duración. Sus antologías reposan en los anaqueles de miles de coleccionistas. Él fue uno de los más grandes discómanos y quienes lo conocieron dijeron que en su casa bogotana no cabía un álbum más.
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