Al heredero al trono del Reino se le da el título de Príncipe de Gales, aunque este no tiene nada que ver con la administración de la nación. Antes de la Primera Guerra Mundial era el puerto más grande del mundo para exportación de carbón.
En Gales, la gastronomía es muy abundante. Se consume especialmente la carne de cordero y la de algunas piezas del mar como los berberechos, mariscos y algunas variedades de pescado. Son muy destacadas las recetas de estofados de carnes diversas y acompañados de papas hervidas, horneadas o en puré.
Otro acompañamiento frecuente es el de las alverjas y los fríjoles blancos cocidos en salsa de tomate. Los “faggots” son albóndigas de cerdo y cordero. Muy conocidas también son las albóndigas de hígado de cordero y la sopa de puerros.
Los galeses son productores de quesos y entre ellos se destaca el “Cheddar” que es ingrediente fundamental de un delicioso plato denominado “welshrarebit”. Con estos términos se define una tajada tostada de pan cubierta de una pasta elaborada con un poco de queso Cheddar, cerveza, mostaza, huevo, que se dora en una plancha caliente o en el horno.
Este colaborador califica de indecible el nombre de este plato, porque no existe explicación lógica de lo que se quiere decir con “rarebit”.
Se sabe por registros de tradición gastronómica que hasta el siglo XVIII, esta delicia gastronómica se ofrecía en tabernas como “welshrabbit”, aún no teniendo nada cercano con el admirado y dañino mamífero. Se encuentran evidencias además de que, para la época, existían otras versiones de la mencionada tajada de pan de trigo con queso, en distintas versiones y con diferentes nombres, pero todas hacían referencia a alguna tendencia del “rabbit”.
Lo que no se explica es la transformación a rarebit. Sin embargo, es un emblema en la gastronomía de Gales, y también hay versiones como las que adicionan un huevo frito o pochado, o las que elaboran la pasta para dorar, con la salsa Bechameil.
El magnate y periodista californiano William RandolphHearst hacía, para él y sus amigos, un welshrarebit a cuya pasta de queso le añadía salsa worcestershire y pimentón. Por esta receta sentía especial fascinación.
El queso Cheddar que se convierte en el ingrediente principal de la pasta, es originario de un pueblo que lleva el mismo nombre, en el condado de Somersetshire en Inglaterra. Es un queso duro hecho con leche de vaca pasteurizada y su color anaranjado característico se logra con la incorporación del tropical achiote, aunque existe producción de diferentes tonalidades, según la cantidad de colorante aplicado, para los cuales también se utiliza el pimentón molido.
Probablemente la coloración del queso se debió en sus orígenes al deseo de los productores de diferenciarlo y hacerlo atractivo para su comercialización.
Aunque su origen es romano, hoy la producción de este queso está muy extendida en los Estados Unidos y su presentación es igual a la de Gales, un producto sin corteza, elaborado en bloques hasta de 4 Kg. que se consume joven, de unos tres meses de edad.
Hay expertos en este queso que le permiten maduración hasta de dos años. Aun no teniendo sello de Denominación de Origen, los quesos producidos en USA y en otros países, como Australia y Suiza, mantienen las mismas calidades y características del queso del país de origen.
El pueblo de Cheddar goza de gran prestigio por su belleza paisajista y por ser un gran productor de frutos de la agricultura y de ganadería ovina y bovina. Por lo tanto, además del afamado queso, es muy importante la producción de lana.
En esta región, a pesar del inevitable proceso de industrialización, existen varias granjas lecheras en donde se conserva la técnica artesanal con la cual se inició la producción del queso. Daniel Defoe (1660-1731), escritor y periodista inglés, célebre además por su novela Robinson Crusoe (1719), escribió en 1722 su obra ‘Viaje a través de los Condados Orientales de Inglaterra’ y dedicó un capítulo a Cheddar y a su famoso y apetitoso queso.
Welsh Rarebit
Receta para 4 personas. En una sartén ponga a derretir 50 grs. de mantequilla. Agregue 8-10 cebollitas ocañeras finamente picadas. Mantenga la cocción hasta que estén blandas. Adicione 200 gr. de queso Cheddar, 150 mililitros de cerveza, 2 cucharaditas de mostaza y sal.
Mantenga la cocción a fuego bajo removiendo hasta que se derrita el queso. Vierta 4 huevos batidos y siga mezclando hasta que comience a cuajar y quede cremoso sin que se sobre cocine (2 minutos aproximadamente). Tenga listas y tostadas 8 tajadas de pan hecho con harina integral y vierta sobre cada una la mezcla con el queso.
Lleve al horno previamente calentado, gratine las tostadas que se inflarán un poco y sirva inmediatamente con el fin de que no se endurezca el queso. Estas tostadas las puede ofrecer como entrada o como plato único en la noche, acompañadas de una ensalada.
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