Sobre todo en los niños es algo que debe tratarse con sumo cuidado, porque es en la infancia cuando se forman valores y hábitos que pueden arraigarse y determinar el curso de la vida.
Perder en un juego cualquiera, en una apuesta, competencia, convocatoria, licitación o elección, es normal que le produzca malestar y desconsuelo, pero no permita que lo consuma la angustia, la rabia, envidia, depresión u otros sentimientos negativos y destructivos. Desde el principio debe entender que perder es una posibilidad real y a ello se expone cuando asume el reto de participar.
Por supuesto, no se trata de acostumbrarse a perder, y mucho menos de que parta con la idea de que va a perder, porque con seguridad así será. Inicie con entusiasmo, optimismo y tratando de hacer lo mejor posible pero, si no logra el resultado esperado, asúmalo con serenidad y aprenda de esas experiencias. Evalúe en forma objetiva su desempeño, trate de identificar las fallas que hubiere cometido, y de precisar las formas o técnicas que aplican quienes lograron mejores resultados; entonces…¡ánimo!, es posible que una próxima oportunidad sea usted quien gane pero, recuerde, para lograrlo no deje todo a la suerte, se requiere disciplina, estudio, observación y práctica.
De otro lado, también, el hecho de haber participado, ha de ser valorado muy especialmente porque significa que tuvo el coraje de hacerlo, de asumir retos y tomar decisiones. Participar, le permitió además, compartir con otros y hasta ampliar el círculo de sus amistades o, al menos, de conocidos; todo eso es ganancia. Reconozca el mérito de los otros y, si las circunstancias lo permiten, aplauda y felicítelos, tal como a usted le gustaría que lo hicieran si hubiere sido el ganador.
Ahora bien, si le queda la impresión de que hubo error en el fallo o calificación, no presuma siempre que hubo trampa, pudo haber sido un error involuntario y, antes que disgustarse con los ganadores o con el jurado calificador si lo hay, acuda con serenidad y respeto a las instancias responsables de aclarar las cosas y tomar las medidas correspondientes. En todo caso, evite reaccionar con violencia y exaltación, será un momento especial para mostrar gallardía y control de sí mismo, algo que engalana a todo ser humano y contribuye a la convivencia y a la paz.
Asesora y formadora en Habilidades Sociales y Productividad Personal
macruztol@yahoo.com
Comentarios