Hace 40 años, María de Enciso, de 76 años de edad, colecciona plantas. Sobre el tercer piso de su casa ubicada en el barrio La Francia de esta capital, existen cerca de 400 especies, cuyo jardín es admirado por los transeúntes que pasan por el lugar.
Esta mujer quien desde hace décadas tiene una rutina especial para cuidar de ellas, se levanta todos los días poco antes de salir el sol para iniciar un ritual que ayude a que sus ‘amigas’ estén sanas y fuertes.
Aunque algunas veces sólo les rocea agua, lo que sí es indispensable para esta mujer es tener un diálogo constante con ellas, exaltando cada una de sus virtudes y cualidades.
Claudia Patricia Rodríguez, nieta de María, afirma que desde que era pequeña, ha escuchado a su abuela hablar con la plantas y que es tanto la conexión que existe entre ellas que “cuando lo hace, las flores votan un aroma que las distingue y les da cierta particularidad”.
El jardín de doña María está conformado por especies como la biflora que tiene cerca de 30 años de antigüedad.
Así mismo, existen plantas que han sido importadas de países como España y que amigos o conocidos del sector le han regalado para embellecer y agrandar aún más su jardín.
María recuerda que su esposo Luis Enciso, le reprochaba en ciertas ocasiones su amor y entrega por las plantas, pues dedicaba gran parte de su tiempo al cuidado de estas y menos a acompañarlo. Sin embargo, después de más 30 años de convivencia y amor, don Luis comprendió que las plantas hacían parte fundamental para la felicidad de su esposa.
Orquídeas las favoritas
Entre la vasta colección que posee doña María se encuentran las orquídeas, flor patrimonio natural y cultural de Colombia.
Aunque son sólo 30, María sabe que son muy especiales, pues no todas las personas ni al aire libre pueden tenerlas u observarlas.
Recuerda que la primera la obtuvo de un ‘piecito’ que le regaló una conocida, pero a partir de sus cuidados fue floreciendo. Algunas las ha comprado.
Hasta el momento no se le ha pasado por la cabeza vender alguna de sus especies.
Una mujer multifacética
El gusto por las plantas ha llevado a María a trasladar y materializar esta pasión en las manualidades.
Ha tomado diversos cursos para realizar flores en porcelanicrom, fomi, tela y todo tipo de material artificial.
Además, a parte de coleccionar plantas, María tiene una colección de porcelanas, en esta predominan los platos, los juegos de té y los candelabros.
La primera colección la obtuvo hace 30 años cuando su madre le regaló un juego de té propio de la región.
Contrario a las plantas, don Luis Enciso apoyó desde el inicio a María en este gusto, pues en cada viaje que realizaba a otras ciudades para desempeñar su actividad mercantil, traía consigo piezas únicas hechas en porcelana para regalarle a su esposa.
María no sabe cuánto dinero ha gastado para obtener cada pieza, pues afirma que “lo que me gusta lo compro”.
Entre sus colecciones más importantes está un pocillo que data de 1932 y un plato, regalado por una amiga, traído de Roma.
Aunque son piezas de un invaluable sentido afectivo, María ha comercializado algunas.
TRADICIÓN FAMILIAR
María de Enciso tiene siete hijos, 10 nietos y varios bisnietos. Todos estos han ayudado al cuidado de las plantas. Claudia Patricia Rodríguez afirma que el cultivo de flores es una tradición familiar pues todos han colaborado para cuidar del jardín. Afirma, que su abuela prepara el abono para las plantas que aprendió viendo el programa TV Agro.
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