Tolima busca reinar en el Joropo con María del Mar

La hija menor del periodista Miguel Ángel Merchán, y bailarina principal de la Corporación Festival Folclórico Colombiano, llevará la bandera Vinotinto y oro a la capital de Meta.

Catorce años dedicados al baile y al folclor permitieron a María del Mar Merchán Ñungo decir sí al Reinado Nacional e Internacional del Joropo, al que fue nombrada por decreto como la representante del Tolima.

La disputa real comienza a finales de junio, pero desde ya empezará la búsqueda de conquista a los villavicenciunos, pues sabe que la popularidad es un valor adicional a su participación.

En este reinado, en el que se enfrentan candidatas de Colombia y Venezuela, la prueba de fuego, el baile del joropo, es para ella una de sus fortalezas, ya que lo ejecuta a la perfección desde hace más de una década, y desde hace dos años interpreta el arpa.

Sin embargo, no se confía, y por ello hace varios meses emprendió una fuerte preparación acerca del folclor llanero, en el que la disciplina, la constancia y su pasión por la danza se han fortalecido.

Igualmente este sábado María del Mar comenzará una serie de visitas a la capital del Meta para perfeccionar sus pasos y darse a conocer entre el público.

Vive para bailar

María del Mar es un ejemplo de que querer es poder. Esta estudiante de primer semestre de Psicología en la Universidad de Ibagué nació hace 18 años, en el hogar del periodista Miguel Ángel Merchán y su esposa, Doris Ñungo.

Al verla en escena, nadie podría pensar que fue diagnosticada con displasia de cadera severa al momento de su alumbramiento, lo que la obligó a llevar durante sus primeros ocho meses un aparato, que le permitiera obtener el desarrollo de una cadera de características normales. Terminado el tratamiento su vida continúa saltándose el gateo, una etapa clave de operaciones cerebrales como la lectura y la escritura, por lo que durante tres años tuvo un profesor personalizado que le ayudó a superar sus problemas de lectoescritura.

Contrario a lo que muchos pudieron creer, sobre que la displasia dejaría alguna secuela en María del Mar, ella empezó a mostrar habilidad para la danza, tanto es así que a los cuatro años ya bailaba tango y milonga, y poco tiempo después ya estaba cursando estudios de música folclórica en la institución Amina Melendro de Pulecio, y haciendo parte de las danzas de Armero del maestro Gildardo Aguirre en la academia Arte y Ritmo, a la que perteneció por 11 años hasta incorporarse a Etnia Colombiana, grupo oficial del Festival Folclórico Colombiano.

Dirigida por el maestro César Vela, se consagró como la mejor bailarina de esta agrupación, al igual que de la institucional de la Efac, a la que está adscrita como estudiante del programa de Danza y Folclor, y con la que participó en 2014 en el Encuentro Regional Estudiantil de Danza Folclórica Tradicional Río Grande de la Magdalena, en el que fue proclamada como Mejor Bailarina. Ahora, su nueva meta es traerse la corona del Joropo.

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

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