Conflicto de intereses en Hidroprado

Redacción - El Nuevo Día
Habitantes de Prado, hoteleros, comunidades indígenas, pesqueros y comerciantes llevaron a cabo un paro con el fin de que la Empresa de Energía del Pacífico, Epsa, explique a la comunidad los motivos que los llevaron a no controlar el nivel del agua.

La cota sobrepasó los límites esperados por la comunidad y ya está en 365 metros sobre el nivel del mar (msnm). La emergencia se ha incrementado.

Sin embargo, Epsa y algunos comerciantes afirman que la situación no es tan grave comparada con la que se puede generar en los 14 municipios ribereños del Magdalena, si abren más las compuertas.

La problemática suscitó controversias luego de que la empresa incumpliera el compromiso adquirido con la comunidad en reuniones pasadas, abrir las compuertas cuando los niveles sobrepasaran la cota de 363.2 msnm.  

“El 95 por ciento de los hoteles y fincas que están en el área de influencia del embalse se inundaron”, manifestó Álvaro González Murillo, miembro del sector hotelero.

Por otra parte, la comunidad recalca, que es la primera vez que esto sucede.

“Cuando el embalse estaba en poder de Electrolima, nunca se sufrió esta emergencia, a ellos sí les preocupó el bienestar de la comunidad, pero como esta empresa es privada, no quieren responder”, dijo González Murillo.

Epsa
Sin embargo, muchas perspectivas giran en torno a la problemática, pese a que la cota de agua sobrepasó el nivel esperado por la comunidad.
En un documento oficial de la empresa de Energía dice que “la cota máxima del embalse es de 367 msnm”.

Una comerciante del sector, Flor Marina Sánchez, expresa que “cuando yo llegué al sector, la cota del agua era de 367 metros cúbicos, que constantemente bajaba a 363 y 362, y fue en ese entonces que se empezaron a vender lotes, a tomar posesión de terrenos y nunca se le explicó a la gente que no podían construir por debajo de los 367 metros, ahora mire las consecuencias”.

Epsa dice que “se abrieron las compuertas desde el jueves en la mañana, descargando gradualmente 50 metros cúbicos por segundo; es decir, sólo cerca del 12 por ciento de los totales de los caudales que le están entrando al embalse de los ríos Cunday y Negro”.

El gerente de Epsa, Francisco Murcia Polo, dice que no se abrió las compuertas antes, porque el embalse de Betania en el Huila, lo estaba llevando a cabo.

“Hacerlo implicaría que se inundaran los predios agrícolas ubicados aguas abajo de la presa y las cotas del río Magdalena en varios sitios, por lo cual se dispuso esperar un poco más”.
    
La comunidad
Manuel Duarte, concejal de Prado dice que “como veedor del pueblo, necesitamos que el Gobierno nacional nos facilite ayudas, a toda la comunidad que se ha visto afectada con el invierno y con los intereses de la empresa de energía que se negó en un momento oportuno a abrir las compuertas.

“Nosotros entendemos que ya es tarde para remediar el daño de las inundaciones de nuestras casas y que hacerlo ahora implicaría consecuencias para las personas que viven aguas abajo de la presa.

“Pero, indigna que esta gente nos haya quedado mal y nos haya abandonado. Nos causaron un daño enorme e hicieron caso omiso a la situación.

“Los pescadores no han podido pescar, no hay terreno para tirar la atarraya. Las ventas de pescado ahora la traen de la Ciénaga del Magdalena y el poco que se logra coger acá se vende a 100 mil pesos, por lo escaso que está, cuando su precio normal es de 50 mil pesos”.

Agregó que “turismo ya no hay, los establecimientos están solos, el invierno ha sido cruel en todo el Departamento, pero acá llueve sólo en la noche, en el día hace un buen clima, el mismo que le gusta disfrutar a los turistas, sol y mucho calor, pero no vienen porque para terminar de completar porque los medios difundieron temor y las vías del país colapsaron”, concluyó el Concejal.

CONCERTACIÓN
La mesa de concertación entre la comunidad afectada estuvo conformada por Álvaro González, hotelero del sector Prado; Diana Ibarra, gobernadora del Cabildo Indígena de Yaporogos Taira; Manuel Duarte, concejal del municipio; Hernando Ruenes de la Isla del Sol; Osvaldo Portela del sector de Buenaventura por el sector de Purificación y el capitán Sergio Herrera de la Policía.

Por parte de Epsa estuvieron Liliana Vidal, gerente Social y Ambiental de la compañía; Patricia Hernández, gerente de Comunicaciones y el ingeniero Francisco Murcia, gerente apoderado de Epsa.
En la reunión se discutió el tema de la cota del Magdalena y las razones por las que no se abrieron las compuertas gradualmente en el mismo instante en que empezó el invierno, con el fin de evitar las inundaciones de los predios de la represa.

Epsa respondió que las medidas que se tomaron fueron por proteger a los 14 municipios del Tolima, que están en la ribera del Magdalena.

La entidad recalcó que se llevaron a cabo reuniones con la comunidad para prevenirlos pero  ninguno fue, testimonio que desmintieron los convocados.

Expresaron que así no hubieran ido, la empresa tenía conocimiento de que sus casas estaban por debajo de 367 metros sobre el nivel del mar.

Opine
Olga Penagos Ruiz Propietaria del  Establecimiento Rosita
“Se me inundó el primer piso, me preocupa que se dañe la estructura. La empresa dice que la meta es que suba a 367, pero no mencionan qué va a pasar con nosotros. Turismo no hay, no porque haya algún peligro, sino porque los hoteles que hay están inundados”.

Flor Marina Sánchez Propietaria Miramar. “Lo preocupante es que nos estamos perdiendo la temporada. El riesgo que tengo es que la ola pega en la pared muy duro, y esto es débil y más con la humedad. Los pozos sépticos están inundados y el problema de salubridad es grande y riesgoso”.

José Villanueva
Miembro de la comunidad indígena  Yaporogos  Taira
“Desde que llegó la empresa, nos sacrificó a todos. El convenio que hicimos con el Ministerio de Ambiente dice que la represa no sube hasta 364, y esta gente no se ha manifestado. Necesitamos que el Gobierno Departamental nos escuche. Somos los dueños de ese territorio y ahora nos están sacando de allí”.

Lozano Tabo Fidel  
Yaporogos  Taira - Chaman de la comunidad Indígena
“El paro es pacífico, queremos hacer un llamado para que los gerentes cumplan lo prometido en Ibagué, la cota del agua llegaría hasta 364 msnm. Necesitamos que las autoridades competentes se acerquen y reaccionen”.

Álvaro González Murillo Miembro del sector Hotelero
“Sentimos el flagelo de la inundación, están acabando con el progreso y el desarrollo de la región. Necesitamos soluciones efectivas, que Epsa entienda que esta gente está pasando necesidades”.

Manuel Duarte Concejal de Prado
“Agradezco que los medios estén acá, la problemática es grande y hasta el momento nadie se manifiesta y esto es preocupante. Ellos quedaron mal, esta es una marcha pacífica y los apoyaré”.
 

Credito
NATALIA RAMÍREZ

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