Con falta de oportunidades laborales sobreviven los habitantes de Armero - Guayabal, quienes piden al Gobierno local generar alternativas en este sentido, con el fin de sostener a sus familias.
Los lugareños manifestaron que sólo durante la siembra y la recolección del maíz -que se registra dos veces al año- logran llenar medianamente sus bolsillos para satisfacer las necesidades básicas, como afirmó Orlando Bonilla Mendoza, residente de la localidad.

“Aquí la gente trabaja por temporadas, durante el proceso de fumigación y la recolección del maíz se requiere de mucho personal, pero es por un periodo de uno o dos meses; por lo demás se sobrevive con los trabajos en las haciendas como la San Felipe y El puente, pero es por días”, anotó Bonilla.

Así mismo, dijo que pese a los intentos de la Administración municipal por generar empleo, estos han sido contratos a corto plazo.

“Aquí vivimos de milagro. La Alcaldía contrata una mujer para que barra las calles por tres meses, sale y entra otra, lo mismo los celadores; de resto, es personal de planta que está en carrera administrativa; la gente vive del rebusque, de una rifa u otra cosa”, ratificó.

Igual situación comentó Marlen Padilla, quien aseguró que en la localidad “hay mucha pobreza, falta de empleo y vías (…). Vivo de hacer bolsitos para celular y vender helados, hielo y cualquier cosa para ayudarme; mi hijo me ayuda con la comida”.

Inseguridad
Como si fuera poco, la escasez de empleo también esta ocasionando brotes de inseguridad.

“Hay muchas ollas en el sector del basurero, de noche no se puede salir al centro porque lo atracan, debo encerrarme temprano y cuidar para que los ladrones no entren a la casa, sostuvo una residente.

“Nos apoyamos entre vecinos si vemos deambulando a cualquier sospechoso, ojalá llegara una empresa que ocupara a tanto muchacho que hay por ahí vagando y consumiendo vicio”, señaló.

Las vías
Otra de las inconformidades de los armeritas es la falta de pavimentación de las vías, que, a su juicio, no sólo dificulta la movilidad, sino que también da una mala presentación para el turista que llega a conocer sobre la tragedia de 1985.

“Las calles están en mal estado: si tenemos 10 cuadras pavimentadas no son más. Solo se ha hecho arreglos parciales; les aplican viaje de asfalto, que sólo dura los cuatro años, cuando llega el otro alcalde le pone el otro viaje, pero no hay una solución definitiva.

“Nos falta infraestructura vial y hotelera para atender a los turistas y prestarles un buen servicio, pues Armero - Guayabal está ubicado en un zona estratégica para ser un sitio turístico con gran potencial en el Norte del Tolima. Tenemos buenos balnearios como el río Guamo, que es de agua caliente, y el Sabandija de agua fría, y estamos rodeados de atractivos en municipios como Falan y Lérida”, expresó un habitante.

Como consecuencia del invierno, existe incomunicación vial desde las veredas Chinela, La Pradera y La Parroquia, que están ubicadas a unos 40 minutos del casco urbano y colindan con los Falan y Palocabildo.

Nueva imagen
Los pobladores sostuvieron que tras la tragedia de Armero y la fusión del antiguo con Guayabal, la localidad debería estar mejor posicionada en el Tolima.

“Se le llevaron muchas cosas, la cabecera del circuito de los juzgados está en Lérida, cuando no tiene cárcel y nosotros sí; la Secretaría del distrito de Tránsito número tres era de Armero y también se la llevaron a Mariquita, pero gracias al Gobernador anterior se logró que regresara de nuevo al municipio, todo a raíz de la parte política, porque les interesa tener las cosas donde obtienen más votos”, dijo un lugareño.

Según se conoció, a través del concejo municipal se ha adelantado gestiones para que los juzgados vuelvan a Armero - Guayabal. “El Concejo anterior aprobó un proyecto para entregarle la parte de atrás de donde queda el comando de la Policía al Ministerio de Justicia, para hacer el edificio donde van a quedar los juzgados”, dijo el excabildante.

Sin miedo al nevado del Ruíz
Pese a la alerta naranja tras la actividad del Nevado del Ruiz, los armeritas afirmaron que se ha generado más temor fuera de la zona de influencia que en el mismo municipio.

“Somos de aquí y vivimos de cerca la tragedia, pero no nos da miedo, porque estamos en una parte más alta y no creemos que llegue hasta acá. Claro, uno hace caso a las recomendaciones que nos han dado de tener listos elementos básicos”, dijo María Sánchez.

“Creo que nos morimos todos, esta generación y otra y no volveremos a ver lo que pasó en Armero, nosotros lo vivimos, somos sobrevivientes y eso no pasará, creo que ocurrió por descuido del Gobierno nacional, Armero no se hubiera acabado si no se presenta esa represa, quizá solo se había afectado una parte la del río o de la acequia; ahora todo está listo en caso de que haya una erupción, hay que tener mucho cuidado con quienes habitan en las riberas de los ríos como San Jorge y quienes tiene sus negocios en el cruce”, expresó el exconcejal Orlando Bonilla.

“Hace 26 años no teníamos celulares; hoy en día, si llegara a ocurrir algo con el volcán en unos segundos sabremos y tendríamos cuatro o cinco horas para evacuar tranquilos hacia las montañas. Fui socorrista de la Defensa Civil y estuve en la tragedia; ese miedo se especula desde afuera del municipio y nos ha causado mucho daño, porque en Semana Santa, temporada donde nos visita mucha gente, estuvo muy solo”, agregó.