En la UT modifican calendario académico para salvar el semestre B

Crédito: Archivo / EL NUEVO DÍA De no lograr finalizar el semestre A para dar paso al B, financieramente la Universidad dejaría de recibir más de $15 mil millones.
Con las medidas adoptadas por los Consejos Superior y Académico, se espera culminar en octubre el semestre A e iniciar el B en noviembre. igualmente, se busca evitar implicaciones financieras tanto para los estudiantes como para la alma máter.
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Ante el prolongado cese de actividades en el calendario académico de la Universidad del Tolima en el marco del paro nacional, las directivas junto a los Consejos Académico y Superior, modificaron varias fechas, para lograr terminar el semestre A de 2021 e iniciar el B antes de que finalice el año.

Con esta propuesta se busca salvar un periodo académico, evitar una afectación financiera a la alma máter y mantener las ayudas económicas que tienen los universitarios por estar vinculados a la educación superior.

El rector Ómar Mejía en entrevista con la Radio Universidad del Tolima, explicó que las decisiones están planeadas y pensadas sobre el futuro de la institución, “por ejemplo, los tiempos no nos dan para más, están muy ajustados, los semestres de la modalidad presencial y a distancia no han avanzado, (solo) en un porcentaje mínimo”.

Las actuales condiciones, darían como opciones una suspensión o cancelación de semestre, por ello, se buscaron salidas alternas para retomar el calendario y salvar el semestre B de 2021. 

Uno de esos cambios es adelantar el periodo de vacaciones de los docentes, que iniciaría a partir del martes 15 de junio y finalizaría el miércoles 29.

“Por esa razón nuestro cese de actividades académicas iría hasta el 6 de julio para la modalidad presencial, es decir, que ese día los profesores tendrían que reanudar clases, es lo que esperamos que suceda, que la situación no se complique.

“Para la modalidad a distancia esperamos que el 3 de julio, reanudemos actividades académicas, eso quiere decir que el semestre para el Idead terminaría el 26 de septiembre y para presencial el 8 de octubre”, comentó el Rector.   

 

¿Qué sucedería si no hay semestre B?

Mejía explicó que de no lograr sacar adelante los dos semestres, se pueden generar varias implicaciones para los universitarios, “por ejemplo, la pérdida de ayudas a los beneficiados por ‘Generación E’, pues es muy difícil que a un estudiante le otorguen el beneficio en 2022, si no ha cursado los dos semestres académicos este año”. Lo mismo sucedería con otro tipo de ayudas económicas.

A lo que se le suma la suspensión de labores de los docentes catedráticos, sin embargo, en medio de la pandemia la Universidad ha mantenido el pago de seguridad social, “se pagó mayo, abril, pero en junio solo podemos hacer la vinculación social hasta el 30”, por lo que se espera retomar clases en julio y así mantener la vinculación y pago salarial de dichos profesores.

El Rector agregó que no se busca generar presiones o vulnerar el derecho a la manifestación, las protestas y a las movilizaciones, sino explicar el actual escenario de la UT y reiteró que si se logra volver a clases en julio para dar continuidad al semestre A, se podría arrancar el periodo B en noviembre y finalizarlo en marzo de 2022.

“Si no reanudamos actividades el 6 de julio, se complica la situación porque tendríamos un solo semestre y no solo se tendrían las afectaciones mencionadas, también financieras.

“La Universidad dejaría de recibir más de $15 mil 500 millones, que son muy importantes, si no recibimos esos recursos la situación nuestra para la vigencia fiscal 2022, se puede complicar, no es que vayamos a tener déficit, pero el reinicio va hacer muy complicado”. 

Otros ingresos con los que no se contarían, si se llega a tener un solo semestre, es el de las transferencias del Gobierno departamental, entre otros, “no es el fundamento de las decisiones que se han adoptado, pero sí es importante conocerlas”.

Mejía fue enfático en indicar que se garantizarán los derechos a la protesta, la movilización y la manifestación.

Por eso, la propuesta es procurar que las “actividades académicas que se planteen sean flexibles, pero además deben ser empáticos, por ello, hemos propuesto desde el Consejo Académico que se definan unas líneas precisas, claras, frente a cuáles deben ser las intensidades horarias, las calificaciones, los aspectos curriculares que se deben tener en cuenta, con el propósito de evitar que haya una sobrecarga, no solamente de los estudiantes sino de los profesores o que haya deserción estudiantil”, precisó. 

 

Análisis social desde la academia 

Por su parte, la vicerrectora Académica, María Vianey Bermúdez, agregó que la propuesta es encontrar un punto de encuentro y conciliación, asimismo, que la UT se mantenga como territorio de paz, que surjan propuestas en medio de la coyuntura social del país desde los salones de clases.   

El semestre A “va a estar marcado por unas estrategias académicas que nos van a permitir encontrarnos en clase para avanzar en nuestros currículos, pero lo más importante, también para analizar la situación que vive nuestro país y construir propuestas para aportar a esas transformaciones que debe liderar la academia”, comentó. 

 

¿Cómo queda el nuevo calendario académico?

Los cambios adoptados se hicieron en sesión extraordinaria del Consejo Académico de la UT, adelantado el miércoles en la tarde. 

1. Los profesores de planta estarán de vacaciones entre el 15 y 29 de junio, retornarán el miércoles 30.

2. El semestre académico A-2021 para la modalidad presencial se retomaría el 6 de julio y finaliza el 8 de octubre para los programas de 16 semanas y el 22 de ese mes, para los programas de 18 semanas.


3. En la modalidad a distancia, las clases comenzarán el 3 de julio y terminarán el 26 de septiembre.


4. Las inscripciones para el semestre B van del 15 de junio al 30 de julio.


5. Se iniciarán clases del segundo periodo para los programas presenciales el 8 de noviembre y finalizarán el 25 de marzo de 2022.


6. Para los estudiantes del Idead las clases comienzan el 5 de noviembre y finalizan el 25 de marzo de 2022.


7. Y entre el 20 de diciembre de 2021 y 11 de enero de 2022 se tendrá un periodo de vacaciones colectivas.

$50 millones es el cálculo de los daños en la alma máter en el marco de las protestas sociales.

 

DATO

Actualmente, en pregrado la Universidad del Tolima tiene 7.732 estudiantes matriculados en modalidad presencial y 16.272 en el Idead. Mientras que en programas de posgrado hay mil 166 universitarios. 

Credito
Redacción Tolima

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