Según la Contraloría General de la Nación, en el Tolima existen 102 construcciones inconclusas, siendo uno de los departamentos que lidera la lista a nivel nacional, junto con La Guajira, Casanare, Magdalena y Bolívar.

El informe del ente de control, a corte del 2021, indicó que en hay 47 elefantes blancos y 55 proyectos en estado crítico, que suman 1 billón 146 mil 641 millones 976 mil 498 pesos.

Fuente: Informe previo RdC Tolima 2021

Estos monumentos a la negligencia, distribuidos en diferentes municipios tolimenses, demuestran el despilfarro de recursos públicos y la corrupción que tiene en ‘jaque’ al país. Muchos de estos ‘elefantes blancos’, se encuentran en los territorios en los que escasea la inversión social, y donde las comunidades piden a gritos, desde tiempos inmemorables, servicios básicos, vías de acceso óptimas e infraestructuras adecuadas.

Fuente: Contraloría General de la República

El elefante blanco que parece mamut

Archivo de El Nuevo Día. Obras del Triángulo del Tolima - zanja Honda. 

El proyecto distrito de riego Triángulo del Sur del Tolima, es considerado como el ‘elefante blanco’ más grande de la región, el cual se viene gestando hace más de medio siglo.

Según la Contraloría esta megaobra que empezó a construirse el 17 de junio 2005, en la actualidad no cumple con el objeto social y económico con el que fue planteado, pues la idea era beneficiar 19 mil hectáreas con riego y drenaje, y a un total de 7 mil 540 usuarios, entre familias indígenas y campesinas de Coyaima, Natagaima y Purificación.

La obra tenía como presupuesto inicial de 388 mil 350 millones 700 mil pesos, sin embargo, entre 2009 y 2014 se realizaron 8 adiciones presupuestales, provenientes de recursos de la Nación, que ascendieron a los 106 mil 817 millones de pesos y además otros $ 50 mil millones de otras fuentes, por lo que se calcula que el valor final la inconcusa estructura superó los $500 mil millones.

El ‘Triángulo del Sur del Tolima’, se planteó en tres fases, la primera correspondía a la construcción de la bocatoma, el desarenador y el canal de conducción principal. La fase dos que incluía el Plan Agropecuario tuvo como fin  la construcción de cuatro canales de riego.

Y la tercera corresponde a obras como canales intraprediales, redes secundarias y terciarias, estaciones de bombeo, las cuales permitirían la implementación y funcionalidad de la obra. Al 2022, sigue pendiente.

Cabe resaltar que desde 2014 la megaobra se encuentra inconclusa y según la Contraloría hasta el 2021 no había certeza del valor del presupuesto que se requiere para concluir el proyecto y tampoco cuáles serían las fuentes de financiación.

Archivo / El Nuevo Día.

Los otros problemas del ‘Triángulo’

Además de la incertidumbre por las fuentes de financiación para culminar la obra, se suma la falta de intervención de los entes ambientales para vigilar y controlar los impactos ambientales que se están originando en área aledaña al proyecto, aunado a los conflictos sociales y el inadecuado uso de la infraestructura.

La respuesta de Duque

El actual presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, durante su visita a Ibagué, el pasado 31 de marzo, habló en exclusiva para El Nuevo Día, sobre el balance de su gestión en el departamento.

Durante la entrevista, reconoció que le faltó avanzar en el Triángulo del Tolima, además, ante la pregunta de si dejaría una fuente de financiación para avanzar en la obra indicó que:

“La idea es dejar la estructura para buscar participación privada (…) Hoy podemos buscar a través de alianzas público privadas y vigencias futuras, dejar garantizado que ese distrito de riego funcione óptimamente para mejorar la productividad del departamento. Estamos trabajando en ello y, en el peor de los casos, dejarlo en el anteproyecto de presupuesto.”, puntualizó Duque.

El reto para el próximo Jefe de Estado

Según el informe de 2021 emitido por la Contraloría General de la República, en Colombia hay 1.171 elefantes blancos y 868 proyectos críticos, que suman 16,2 billones de pesos, generando un detrimento de gran magnitud en el país, además de un atraso a nivel nacional.

Muchas de estas obras inconclusas, fallidas o con retrasos, pertenecen a sectores como educación, transporte, agua potable y saneamiento básico, entre otros.

Para frenar esta dramática problemática se requieren políticas de estado contundentes, que detengan de tajo la corrupción y eviten el detrimento presupuestal de la nación. Además, de leyes para la culminación inmediata de las obras.

Por ello desde El Nuevo Día, invitamos a los candidatos presidenciales a responder: ¿Si usted llega a la Jefatura de Estado, que haría para eliminar los elefantes blancos de Colombia?

En contexto

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