Julián Fernando Gómez, secretario de Educación y Cultura del Tolima, explicó, en lo que tiene que ver en materia de cobertura, que unos 80 mil estudiantes se benefician en la actualidad del programa de alimentación.

En efecto, esto teniendo en cuenta que en el PAE mayoritario se contabilizan unos 52 mil menores de edad, mientras que la cifra la complementan los beneficiarios del PAE indígena y a través de la bolsa común con las alcaldías hay unos 10 mil estudiantes más.

Seguimiento constante

El secretario de Educación explicó que el equipo base del PAE cuenta con ocho profesionales en los que destaca nutricionista, ingenieros, sociólogo, entre otros. Aunado a ello, hay 26 personas más en lo que se denomina como el equipo de revisión que ejerce trabajo de campo, ya que verifica en las instituciones educativas y en las sedes lo que se les brinda a los estudiantes: “Nuestros supervisores revisan el gramaje de los alimentos y el cumplimiento de la minuta que está fijada”, dijo Gómez.

Frente a las quejas e inquietudes el programa es propenso a recibirlas y para el caso del Tolima esto se ha dado mayormente en la manipulación de los alimentos.

“Nos llegaba una denuncia de unas mandarinas que arribaron Ortega, que se envían por Rovira, y nos decían que llegaban magulladas, cosas como esas nos están pidiendo que se verifiquen. Ahí vale revisar el recorrido que tienen los alimentos”, dijo Gómez.

Y agregó: “Otro asunto es el de las leches, que es un tema normal, ya que a veces cuando cruza o tiene un cambio de piso térmico, las bolsas tienden a inflarse”.

Aunado a ello, en una visita reciente a Melgar, los estudiantes manifestaron que el arroz quedaba muy ‘mazacotudo’, sin embargo, esto corresponde a la preparación del mismo y en su momento se elevaron las recomendaciones pertinentes.

El gobernador del Tolima, Ricardo Orozco, quien presidió la mesa departamental afirmó: “Nos hemos esforzado para que el programa avance sin contratiempos, de manera permanente y continua, entregándoles a nuestros niños y niñas los alimentos estipulados en la minuta concertada con el Ministerio de Educación. Siempre como Gobierno Departamental, la instrucción precisa es escuchar a la gente porque lo que haya que corregir, lo corregimos”, puntualizó.

Recepción de quejas

Desde la cartera de Educación fueron enfáticos en solicitar que ante cualquier queja o inconformidad con el programa el conducto regular es poner la situación en conocimiento de la Secretaría para activar la ruta pertinente: “Lo primero en la ruta es comunicarle al operador, a su vez al supervisor que se desplaza al lugar en el que están entregando los alimentos y se verifica que las denuncias sean ciertas, porque nos han resultado denuncias falsas”, acotó Gómez.

A su turno Juan Carlos Acero, director de Cobertura Educativa, explicó que la base del programa es la interacción con la comunidad educativa y general, por lo que acotó que las peticiones, quejas, reclamos o sugerencias permiten consolidar el PAE.

“Hemos activado unos canales de comunicación para recibir de forma permanente y dar respuesta inmediata a esas peticiones, quejas y reclamos que en la mayoría de casos nos ha permitido tener un diálogo directo con estudiantes, padres y docentes, así como con el operador a quien le exigimos la reposición de los alimentos, cuando nos enteramos de la queja, la norma establece que tiene 24 horas para hacerlo”, esbozó.

Para tal fin, principalmente, la secretaría de Educación ha habilitado el correo electrónico alimentación.escolar@sedtolima.gov.co, en el que se recepcionan las inquietudes.

Durante la primera mesa pública se expuso que se han recibido 43 quejas, siendo la más significativa la relacionada con la modalidad de entrega del PAE, con 13 casos, ya que las instituciones que no cuentan con la infraestructura necesaria para brindar los alimentos preparados en sitio deben entregar una ración industrializada.

También reposan siete quejas con el operador, una inquietud de alcaldías, ocho comunicaciones de los entes de control que han remitido requerimientos, tres por el mejoramiento de las unidades aplicativas, 10 con información de beneficiarios y un caso en el que estudiantes no desean hacer parte del programa.

En municipio

En el espacio participó Sigifredo Ramírez, rector de la I.E. Moreno y Escandón de Mariquita, quien manifestó que fue un tanto molesto el tránsito de las raciones industriales a la preparación en sitio porque la institución que dirige realizó un gran esfuerzo para construir y dotar un restaurante, con los “exiguos recursos institucionales”, pero supuestamente encontró muchas trabas del operador para avalar la preparación en sitio, algo que tras varios intentos se alcanzó.

De la misma forma, indicó que ha tenido que hacer un esfuerzo para garantizar los menajes o utensilios completos para la preparación de los alimentos en el plantel.

“Debemos ser aplicados con los órganos de control, elaborar un plan de compras con un presupuesto y enviarlo. Nosotros no podemos estar haciendo reuniones para atender situaciones como el daño de una licuadora, que se agotó la batería de la gramera o se dañaron cinco platos”, expresó.

Y agregó a manera de reflexión: “Frente a la dotación de menajes y garantías de que haya los elementos mínimos para los restaurantes, está ocurriendo que nuestros escasos recursos se están distrayendo con actividades que, si bien son importantes, no son misionales de las instituciones, nuestra misión es garantizar la formación educativa”.



 

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