Problemas del acueducto en Armero llegaron a la Comisión de Moralización

Crédito: Suministradas - EL NUEVO DÍA
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Ante la presencia de las ‘ías’, ciudadanos y veedores exigieron soluciones de fondo, pues la problemática se sigue agudizando con el paso de los días. Por su parte, desde la Edat se defendió el nuevo sistema y se aseguró que la línea de conducción puede entrar 45 litros de agua por segundo.
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Las quejas y denuncias de la ciudadanía de Armero – Guayabal por los problemas que surgieron en el municipio tras la optimización del acueducto, llegaron a la Comisión Regional de Moralización del Tolima. Allí, ante diferentes delegados de las ‘ías’, veedores, Administración municipal, Concejo y habitantes, expusieron una vez más los graves problemas que siguen teniendo con el suministro de agua.

La jornada estuvo moderada por Angela Stella Duarte Gutiérrez, presidenta del Consejo Seccional de la Judicatura del Tolima y de la Comisión de Moralización, en dicho espacio estuvieron la Secretaria de Planeación del Municipio en representación de la Alcaldía.

Asimismo, las veedurías Auditoría Visible, la Ciudadana de Armero – Guayabal, Veeduría del Espag, Agua para Ibagué, Vapi; la Veeduría Urbanización Multifamiliar Juanal y la Veeduría Ciudadana de la Optimización del Acueducto de Armero – Guayabal.

También, el presidente del Concejo del Municipio y el gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Armero – Guayabal.

 

Acueducto ‘emproblemado’

Orlando Sepúlveda, presidente de la veeduría Auditoría Visible, recordó que desde hace cuatro años vienen adelantando un seguimiento minucioso al contrato que hizo la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo, Edat, con el Consorcio Acueducto TMS en 2018 por $10 mil 225 millones, el objeto era la optimización del sistema de acueducto del municipio en un plazo de 10 meses.

A pesar de la cuantiosa cifra, veedores y habitantes insisten en que a la fecha tienen es un acueducto “emproblemado”, de la misma forma expuso que en el continuo monitoreo hecho, corroboraron que la cantidad de agua que circula por la nueva línea de conducción es menor a 45 litros por segundo (l/s).

“No cumplen con la funcionalidad por la que fue diseñada, la Edat se ampara en la manifestación de la CGR (Contraloría General de la República) para negarse a ordenar la reparación de los daños que causó la avalancha y que afectó las dos líneas de conducción, frente a estos hechos exigimos una manifestación inmediata de parte de la CGR y la hacemos responsable de la garantía del acceso de agua potable para la totalidad de los habitantes del casco urbano”.

Otra de las solicitudes hechas al ente de control fue iniciar una indagación inmediata, pues ya ha pasado un lapso de tiempo considerable y nada sucede.

Igualmente, el veedor trajo a colación algunos conceptos entregados por la misma Contraloría tiempo atrás, “los informes de interventoría son deficientes, incompletos, contradictorios y fallos de compromisos efectivos (…)”.

Por su parte, la Presidente de la Comisión hizo un recuento del origen del contrato, que surgió de la necesidad de reemplazar la tubería de asbesto cemento motivo por el cual se habla de una optimización, los asistentes aprovecharon para recordar que en la antigua conducción se llegaba a 65 l/s. En este punto se precisó que, según la normatividad, una población con el número de habitantes de Armero – Guayabal debería contar con solo 45 l/s.

En la actualidad se reflejaría un desmejoramiento, pues además de tener un sistema deficiente, varias veredas fueron desconectadas del acueducto municipal que anteriormente se conocía como regional.

 

Plan Maestro inexistente

En medio de la discusión surgió otro dato relevante por parte de las veedurías, y es el hecho de que la optimización surgió en el marco de un Plan Maestro de Acueducto Municipal que no existe.

En la lista de presuntas irregularidades, estaría una contratación para la modificación en los diseños originales del proyecto, sin la autorización del creador original, tampoco contó con el visto bueno del Ministerio de Vivienda, sin embargo, hasta el momento la ciudadanía desconoce los documentos que expliquen en qué consistió el cambio.

Y se reiteró nuevamente que el diámetro de la nueva tubería es de 8,5 pulgadas y no de 10 como se habría contratado, también, que el macromedidor que mide la cantidad de agua que ingresa a la planta de tratamiento tampoco funcionaría de forma regular, “hoy (ayer) amaneció marcando cero a pesar de que está llegando agua a la planta”, indicó uno de los intervinientes.

Asimismo, señaló que el suministro con el que se cuenta depende de la antigua línea de conducción, si esta deja de funcionar, el municipio tendría mayores problemas en el suministro.

Desde Vapi, el ingeniero Luis Fernando Díaz, expuso que tras la optimización empezaron los racionamientos y el registro de agua de mala calidad, añadió que aunque se llevan más de tres años de denuncias, estas son trasladadas de un ente investigador a otro, pero se sigue sin respuestas ni soluciones.

“A la Ptap (Planta de Tratamiento de Agua Potable) trabajaba supremamente bien, le cambiaron las válvulas, le pusieron un diámetro menor y quedó con un freno hidráulico, construyeron un tanque de almacenamiento de agua de mil 100 metros cúbicos, el agua se salía por todos lados (…)”.

 

Nueva inspección

Tras escuchar todas las partes, entre las conclusiones iniciales de la Comisión se le solicitó a la Edat generar nuevos compromisos, por lo que las veedurías recordaron que tras una protesta en junio se hicieron varios acuerdos con el anterior gerente, una de ellas era hacer efectivas las pólizas, pero cinco meses después esto no sucedió, por lo que expresaron que ya están cansados de las “mentiras”.

Asimismo, son varias las revisiones e inspecciones que no arrojan nada, “necesitamos soluciones inmediatas”.
Desde las veedurías manifestaron que no aceptaron el llamado de la Comisión para volver a quedar en las manos de la Edat, “llevamos cuatro años y tres meses en la misma briega con ellos y no hemos conseguido nada”, dijo Orlando Sepúlveda.

Por su parte, Jimmi Escobar, presidente de Asojuntas de Armero – Guayabal y de la Federación Comunal del Tolima, indicó que la problemática es real, “nosotros estamos buscando es que se llegue al trasfondo de lo que está sucediendo. Se hacen acuerdos y seguimos en lo mismo”.

Ante la molestia y desacuerdo de los ciudadanos porque debían esperar a las respuestas de la Edat y una nueva revisión, indicaron que no confiaban en dicha entidad. En medio de los ánimos alterados de los asistentes, Angela Stella Duarte Gutiérrez, presidente de la Comisión, se comprometió a hacer un acompañamiento a la inspección que hará la Edat próximamente con una video sonda, herramienta importada, con la que esperan establecer los motivos que impiden el funcionamiento de la tubería nueva.

Finalmente, los ciudadanos le exigieron a la Edat una fecha, en la que el municipio finalmente tendrá una línea de conducción que brinde los 45 l/s prometidos. 

 

Ciudadanía a la ‘deriva’

Seguidamente, una habitante madre cabeza de familia indicó que en su barrio dejaron de contar con un buen servicio desde que se hicieron los trabajos de optimización, “vivimos en los barrios de afuera del pueblo, cuando funciona el acueducto de 8,5 a nosotros no nos llega el agua.

“Nos toca ingeniárnosla y colocar una llavecita bien bajita y esperar a las 2 de la mañana, para coger una ollita y llenar la alberca o el tanque, para poder tener agua al otro día y hacer los alimentos, no se justifica que tengamos que sufrir por agua en pleno siglo XXI”.

La mujer solicitó a la Comisión de Moralización exigir una solución inmediata a los problemas del acueducto.

Otros de los puntos abordados por el veedor Benjamín Williams fue la cadena de fallas que tendría la bocatoma, la línea de aducción, desarenador, línea de conducción, planta de tratamiento, tanque de almacenamiento y red de distribución.

Todas estas situaciones también han generado problemas económicos en negocios, escuelas, guarderías, entre otros. 

Algunos de los participantes también llamaron la atención en que los cortes son tan frecuentes, que ya empieza a ser visto como normal por algunos habitantes.

 

 

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Credito
REDACCIÓN TOLIMA

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