En corregimiento de Convenio en Líbano, el agua se sigue desapareciendo

Archivo/Suministradas/Tomada de Internet - EL NUEVO DÍA
Crédito: Archivo/Suministradas/Tomada de Internet - EL NUEVO DÍA La mina se encuentra ubicada a un costado del cerro El Toro cerca el río Lagunilla.
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Por años, residentes de esta población vienen expresando que el preciado líquido en la zona rural tiene una notoria reducción, situación que relacionan directamente con las actividades mineras. El mayor interrogante es qué sucederá en este territorio en época de verano.
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Desde hace tiempo, habitantes del Líbano vienen expresando su preocupación por la desaparición de varios nacimientos de agua ubicados en zona rural, para algunos este hecho estaría relacionado con las actividades de explotación que adelanta la mina El Gran Porvenir S.A. desde hace más de dos décadas.

La situación fue abordada recientemente por ambientalistas, asociaciones y ciudadanos, que coinciden en que los afluentes en el corregimiento de Convenio se ven más reducidos.

Algunos ambientalistas y profesionales, en diálogo con esta redacción y que están profundizando en el tema, hicieron referencia a la quebrada El Toro, la cual poseía una buena cantidad de agua hace cerca de 15 años y ahora sería un “riachuelo” que tendría trazas de químicos.

Otro de los cuestionamientos es que en esta población ubicada al norte del Tolima, se ha perdido el suelo que le correspondía a la agricultura, asimismo, hay alteración en los ecosistemas porque las reforestaciones se harían con especies ajenas a la región.

Integrantes del Comité Ambiental del Líbano, señalaron que la empresa no cuenta con un “manejo técnico responsable sobre los lixiviados, los estériles y sobre todo el proceso que se hace de la roca para la separación del oro”, indicaron.

La intranquilidad de contaminación no es en vano, pues en 2013 arroceros de la zona prendieron las alarmas porque algunas pruebas que ellos mismos adelantaron, arrojaron como resultado rastros de cianuro y plomo en el agua, químicos usados por la minera a la que le habían entregado una licencia ambiental en 2011.

En ese entonces se llamó la atención sobre la quebrada El Toro que desemboca en Lagunilla. El hecho quedó registrado por medios regionales y reportado en su momento a Cortolima.

Aun en 2017 se seguía recordando este capítulo, en una audiencia pública convocada para exponer diferentes denuncias relacionadas con las actividades mineras e hidroeléctricas, habitantes del Líbano comentaron que ‘El Toro’ afluente que recibe las aguas residuales del proyecto minero, cambió significativamente.

El hecho se debería a la cantidad de roca triturada y desechos que contiene, se expuso en ese momento ante una delegada del Ministerio del Interior y diferentes autoridades locales.

En edición de EL NUEVO DÍA del 30 de enero de ese año, se registró que a pesar de que las asociaciones de usuarios de acueductos rurales habrían puesto denuncias por la contaminación de sus fuentes hídricas y solicitaron análisis de las aguas, poco se había hecho en el tema.  

Suministrada / El Nuevo Día

 

Antecedentes

La mina El Gran Porvenir del Líbano tiene 10 títulos mineros en una extensión de 3 mil 600 hectáreas, de esa cantidad 2 mil 300 tienen cuatro licencias ambientales y las operaciones que se hacen de forma subterránea, serían en 15 hectáreas.

En algunos de los títulos se ubican los nacimientos de agua de las quebradas las Perlas, las Ánimas y la Honda, este último afluente tiene mayor relevancia porque es el que abastece al acueducto del corregimiento el Convenio que tiene aproximadamente 600 familias adscritas.

“La quebrada la Honda pertenece a la cuenca de río Recio, pero por debajo de la montaña ellos vienen (usando) explosivos y con otro tipo de trabajo para la minería, lo que ha generado que el nacimiento se mueva de manera natural dos veces”, dijo la integrante del Comité Ambiental del Líbano.

Esta situación, en percepción de algunos ciudadanos genera que los niveles de agua disminuyan, reducción que se ve incluso en época de lluvia, por lo que el mayor interrogante es qué pasará cuando llegue una temporada de fuerte verano. Por ello, la idea de los ciudadanos es hacer pruebas cuando merme el invierno.

Otro de los episodios recordados, fue el que ocurrió en la última temporada del ‘Niño’ entre 2015 y 2018, según la ambientalista en uno de los ‘picos’ más agudos de la temporada, la minera entregó varios elementos para hacer una especie de trasvase de agua desde la quebrada Las Perlas hacia La Honda, para poder poner a funcionar el acueducto, pero la gente se habría negado.

“Bomberos del Líbano tuvieron que abastecer de agua a Convenio. Una quebrada que nunca había tenido problemas de abastecimiento de agua, de hecho en el Pomca (Plan de Ordenamiento y Manejo de Cuencas Hidrográficas) de río Recio, la quebrada La Honda aparece como uno de los mayores aportantes”, se narró desde el Comité.  

 

¿Obligado cambio de vocación?

En medio de los encuentros comunitarios los principales temas que se abordan es la pérdida de agua con el paso del tiempo, el interés que existiría de cambiar la vocación del municipio, es decir, de agrícola a minera y los cambios culturales que se podrían generar.

A modo general, también hay preocupación porque en diferentes poblaciones de la región norte como Falan, Villahermosa, Fresno, Palocabildo, entre otros, existe una serie de títulos mineros que en conjunto reflejan un alto interés extractivo sobre el Tolima. 

En este tema también salió a relucir el nombre de una segunda empresa que hace parte de El  Gran Porvenir S.A. que está presente en el Líbano y es Tiger American Gold, empresa que tiene como actividad principal la extracción de oro y otros materiales preciosos.

 

Acciones ciudadanas 

Además de hacer denuncias públicas, organizaciones campesinas y ciudadanos buscan elevar las denuncias a nivel nacional, incluso en el Senado como lo hizo Asoagroambiental años atrás con una ponencia, igualmente, se instauraron acciones formales, pero según relatan algunas personas hasta el momento no hay resultados. A nivel local, en la vigencia 2016 – 2019 habitantes buscaron llevar al Concejo un acuerdo municipal para reiterar el desacuerdo con las actividades mineras, pero a la final algunos cabildantes se opusieron y el proyecto ni siquiera alcanzó a radicarse.

Otro intento ciudadano fue en 2017 con una Consulta Popular para decirle ‘No’ a la minería. Tras surtir un largo trámite que incluyó cumplir las exigencias establecidas por el Tribunal Administrativo del Tolima, el Comité Ambiental del Líbano inició el proceso en septiembre de ese año.

No obstante, a la final el esfuerzo fue en vano pues según ambientalistas, “a pesar de que se recogieron seis mil firmas no nos dejaron hacer la Consulta”, agregaron que la Registraduría no los notificó a tiempo sobre algunos puntos que debían ajustar, por lo que se vencieron los términos y finalmente “se cayó la consulta del Líbano”, expresó una integrante del Comité. 

Suministrada / El Nuevo Día

 

Tierras sin agua 

Hace una semana, previo a una asamblea comunitaria miembros de Agroambiental expusieron otros hechos que estarían ocurriendo en el área de influencia de explotación de oro y sería una especie de desplazamiento por la falta de agua, dicha situación viene generando una venta de tierras de forma constante y se ha hecho evidente en veredas como Matefique.

Allí según una residente en declaraciones al medio Región al Día, dijo que el preciado líquido desapareció de varias propiedades.

Señaló que con el paso del tiempo la cantidad de familias disminuyó y las pocas que quedan, también, estarían pensando en irse a vivir al casco urbano del Líbano o a Ibagué, “nosotros qué más hacemos sin agua. Hace años venimos peleando por ese nacimiento, en unos dos años no tendremos cómo vivir en la vereda”.

En el encuentro comunitario también hizo presencia la Veeduría Ambiental para Frías y el Norte del Tolima, su integrante Absalón Arias indicó que en dicho espacio la preocupación por la desaparición del agua es reiterativa en diferentes veredas aledañas a la mina, “los campesinos han tenido, inclusive, que buscar otras alternativas para surtirse de agua ya que esas quebradas empiezan a generar niveles de contaminación y puede ser riesgosa para el consumo humano”.

Agregó, que una comunidad campesina necesita el recurso hídrico también para los cultivos y los animales de las fincas, pero no la encuentra “tiene que desplazarse porque ya no tiene el insumo básico para la agricultura, ni el consumo doméstico, eso los obliga a un desplazamiento económico”.

En la jornada estuvieron presentes algunos habitantes de Fresno, Mariquita, Ibagué, igualmente, asistió un delegado del Ministerio de Ambiente quien escuchó los requerimientos, este habría explicado que desde esta cartera del orden nacional se tiene planteado establecer una mesa de trabajo con las entidades que están relacionadas con títulos mineros, ambiente y comunidades.

“Nos generó voces de esperanza frente a esa ausencia y parcialidad de Cortolima que la vemos constantemente con las empresas mineras”, expresó Arias.

Y el representante de la Corporación que asistió a la reunión, no habría entregado mayores declaraciones.

Otra de las personas que estuvo en la asamblea comunitaria fue la representante a la Cámara, Martha Alfonso, quien en declaraciones al portal ‘Región al día’ expresó que hay situaciones “graves” que reflejarían falta de control por parte de Cortolima, “una serie de impactos ambientales de enorme magnitud que pueden comprometer la vida y el derecho al ambiente sano, la salud de las personas que viven en este territorio”.

Agregó, que la minería estaría cambiando la vocación agropecuaria de la zona, lo que trae consigo un alto costo de vida.  

 

Intervención de la autoridad ambiental

Con respecto a Cortolima, al igual que ocurría en 2017 la percepción de la ciudadanía hoy, es “que no pasa nada”, a pesar de las denuncias. “Uno podría decir, y es una aseveración que se la hicimos a la Agencia Nacional de Minería en Cajamarca en audiencia hace como un mes, que acá en el Tolima hay un silencio cómplice por parte de la Corporación Autónoma frente a las deficiencias que se presentan en los proyectos extractivo, llamase de minería o monocultivos”, expresó una integrante del Comité Ambiental del Líbano. 

Esta redacción le consultó a la autoridad ambiental si actualmente hay algún proceso en contra de la minera El Gran Porvenir. Desde la Subdirección Jurídica de la CAR se explicó por medio escrito, que se hizo el levantamiento de la medida preventiva que suspendía las actividades de su licencia ambiental, “dado que subsanó los requerimientos de Cortolima”.

Y se agregó, “se están adelantando los sancionatorios del caso por incumplimiento de las obligaciones que han tenido. Cortolima seguirá en su labor como autoridad ambiental de hacer control y vigilancia”, indicó Juan Carlos Guzmán, subdirector Jurídico de la Corporación.

 

¿Qué empleo se genera? 

Con respecto a la empleabilidad, la mina tiene vinculadas 563 personas a través de contrato indefinido, de esta cifra el 78% (440) son del Tolima, en su mayoría  oriundos del Líbano. Se calcula que 357 de ellas viven en el casco urbano y 83 en zona rural, especialmente, en el área de influencia del proyecto como lo es el corregimiento Delicias Convenio, La Polca, el Sirpe, Mesa Baja, Alto de San Juan, Bulgaria, el Hatillo, el Delirio y Porvenir Matefique.

Y el restante 22% de diferentes municipios del país. Desde la empresa se resaltó que en su nómina tienen varias mujeres ejerciendo labores que anteriormente eran hechas solo por hombres.

En temas ambientales, precisaron que se cumple con los deberes y responsabilidades de protección hacia los recursos naturales. A 2022 se llevarían reforestadas cerca de 45 hectáreas con 40 mil árboles nativos.

En el campo social recordaron los aportes al mejoramiento en infraestructura educativa, al igual que dotación, asimismo, hicieron referencia a la entrega de apoyo para afrontar los problemas viales.

Suministrada / El Nuevo Día

 

La Minera responde

EL NUEVO DÍA buscó contacto con la minera El Gran Porvenir S.A. en dialogo con un delegado, de entrada explicó que la empresa es 100 por ciento colombiana y tiene 27 años de creada.

Se precisó que está ubicada entre el Líbano (60,09%), Villahermosa (36,7%) y Falan (3,21%), sin embargo, las operaciones se centran especialmente en la también conocida como la ‘Ciudad de Torres Blancas’.

En cuanto a la reducción que se evidenciaría en el acueducto de Convenio obedecería al aumento de la población, asimismo, se señaló que a pesar de que la concesión está para uso doméstico, en algunos sectores se le da mal uso, a lo que se sumaría captaciones irregulares.

Sobre los títulos mineros precisaron que están en las veredas Matefique Porvenir y el Sirpe, sobre el cerro El Toro en dirección al río Lagunilla, igualmente, que están alejado del corregimiento de Convenio y retirados de los acuíferos. 

Aclararon que están al lado contrario de los nacederos de agua que abastecen al acueducto de Convenio y que confluyen con el río Recio.

Con respecto al proceso preventivo que tenía la empresa en Cortolima, se explicó que surgió debido a una demora en la entrega de unos informes en el marco de una renovación de captaciones de agua, tras subsanar los requerimientos la medida fue levantada a comienzos de noviembre. El caso estuvo bajo seguimiento de la Procuraduría.

Y a la pregunta, si hay vigente algún proceso por temas ambientales o sanción se indicó que no. Asimismo, se precisó que la empresa cuenta con plantas de tratamiento para las aguas residuales que salen de los túneles, tras intervenirlas darían una calidad de 90%, explicó el representante.

Ante la duda del papel que juega la empresa Tiger American Gold, se dijo que hace parte de El Gran Provenir del Líbano y actualmente tendría a su nombre dos títulos.

Entre las quejas se menciona con frecuencia un posible fenómeno de desplazamiento como un efecto surgido de los impactos de la actividad minera, al respecto desde la empresa se indicó que no es así, que no conocen el primer caso y que por el contrario, las compras de predio surgen porque la gente las ofrece en venta a altos precios.

Según el representante, se ha logrado una reforestación con especies nativas certificadas de Cortolima y aclaró que no talan árboles de la zona, pues la madera que requieren para su actividad la traerían de Antioquia.

Otro de los cuestionamientos generales en tema de minería es que tanto se benefician el territorio de las regalías, de acuerdo a lo explicado por la empresa tras un cambio generado por el Gobierno nacional, el 4 % de los recursos que corresponden a este rubro se destinan a una bolsa nacional, por eso, si la Administración municipal quiere que dichos recursos regresen, debe hacer la gestión a través de proyectos.

Teniendo en cuenta que la operación es a gran escala El Gran Porvenir S.A. está regido por la Agencia Nacional de Minería, ANM, Cortolima, voceros indicaron que hasta ahora no tienen ninguna investigación en contra que esté en curso, tampoco, han sido notificados formalmente de quejas o denuncias.

Los delegados aprovecharon para precisar que la operación se hace con cianuro, manejando los protocolos que establece la normatividad, de la misma forma, manifestaron que en 2021 construyeron tres plantas de tratamiento de aguas residuales como iniciativa propia para mejorar los procesos de sedimentación.

Dos plantas reciben el agua que sale del túnel y la otra se encarga del líquido que surge de la actividad de extracción de oro. En este tema se indicó que diariamente se hace un muestreo y análisis, datos que se incluyen en un informe que se entrega anualmente a la CAR.  

 

Dato

Desde la empresa minera se precisó que en los vertimientos no se han encontrado trazos de metales o químicos y que no están en trámite para ampliación de algún título.

 

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Credito
REDACCIÓN TOLIMA

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