Habitantes de Armero Guayabal esperan que la Edat cumpla con lo prometido y entre en funcionamiento el nuevo acueducto: las veedurías continúan vigilando el proceso

Crédito: ARCHIVO / EL NUEVO DÍASiguen los marcados desacuerdos entre veedurías de Armero – Guayabal y la Edat
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Como una cuento de no acabar, es vista la situación del nuevo acueducto de la población, esto teniendo en cuenta que el 2023 comienza con la espera de una intervención por parte de la empresa departamental, tras detectar que la red tiene obstrucciones en dos puntos.

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Luego de los acuerdos establecidos entre la Comisión Regional de Moralización del Tolima y los habitantes de Armero – Guayabal establecidos a finales de noviembre, se adelantó una nueva inspección a la línea de conducción del sistema de acueducto con el fin de determinar qué factores internos están impidiendo el correcto funcionamiento de una estructura en la que se invirtió más de $10 mil millones.

Aunque desde la Empresa Departamental de Acueducto, Alcantarillado y Aseo del Tolima, Edat, se señala nuevamente que por las redes está circulando la cantidad de agua proyectada, veedores reiteran que solo se podrá corroborar dicha apreciación cuando el nuevo acueducto funcione sin el ‘respaldo’ que le estaría entregando la antigua red.

 

‘Expectativa superada’: Edat

 

De entrada la Empresa precisó que el cálculo de circulación de agua se hizo de acuerdo a la normatividad, en este caso para una población de 18 mil 284 personas proyectada hasta el 2041, la cantidad en caudal medio diario sería de 34,63 litros por segundo (l/s) para manejar la estructura de captación, desarenador, conducción, planta de tratamiento y tanque de almacenamiento desarenador y en un caudal máximo sería de 45,02 (l/s) “para el manejo de la salida del tanque de almacenamiento a la red de distribución”, se describe en el informe recibido por las veedurías.

Igualmente, se señaló que en 2022 hay un estimado de 13 mil 026 habitantes, incluida la población flotante.

Otro de los datos que entrega la entidad, es que el sistema arrojó una medición de 45 l/s en la conducción de la tubería Pead 250 mm y por la red de distribución se alcanzó los 55 l/s.

Para la Edat habría quedado demostrado que los caudales que circulan por la estructura “están por encima de las proyectadas, lo que quiere decir que está superada las expectativas que se tenían frente al diseño” y se llamó la atención en que se estaría usando más agua de la concesionada por Cortolima sobre la quebrada Jiménez.

Asimismo, indicó que según cálculos basados en datos entregados por la Empresa de Servicios Públicos de Armero – Guayabal, Espag, la planta de tratamiento está potabilizando 142 mil 560 metros cúbicos de agua, pero solo facturaría un promedio de 65 mil metros cúbicos “según lo reportado en los meses de marzo a julio de 2021”.

“Lo que implica una pérdida del 120 % del agua potable que produce, correspondiente a más de 77 mil M3”, estos datos para los veedores serían distractores, pues lo que se entró a revisar de fondo es el funcionamiento del sistema optimizado. 

Los resultados

 

La inspección técnica fue adelantada por dos ingenieros civiles de la Edat el 5 y 6 de diciembre, quienes hicieron una medición de la presión en la línea de conducción de polietileno de alta densidad de 250 mm, la conclusión tras hacer una revisión con una video sonda, es que existirían dos puntos críticos que muestran diferencia de presión.

La hipótesis es que cuando se registró el colapso de la red, debido a la ola invernal “posiblemente algún elemento sólido ingresó a la tubería, el cual puede provocar una obstrucción en el interior de la misma y ocasionar una funcionalidad con un menor caudal”.

En este caso el paso a seguir, según los ingenieros sería hacer cortes en la tubería o usar un elemento tecnológico para adelantar una inspección remota. 

Seguidamente se recordó que el gerente Rodrigo Herrera con el apoyo del Ibal, hizo una revisión con un geófono portátil en agosto de 2022, evaluación que arrojó dos puntos críticos, que coincidirían con los identificados nuevamente.

En el informe se precisa que existiría un elemento sólido que ocupa la cuarta parte del diámetro total del interior de la tubería, específicamente, en la abscisa Kilómetro (K)0 + 329 ubicación que corresponde a la válvula manual Nº 3. 

De la misma forma, en la válvula manual Nº 2 no se vio agua, pero sí baja presencia de lodos sedimentados, sin embargo, 14 metros aguas abajo se encontró agua con contenido de lodo, este panorama se repitió en la válvula Nº 4.

Mientras que en la válvula Nº 5 K0 + 800 se encontró que la línea de conducción no trabaja a flujo lleno, por lo que queda como recomendación notificar al contratista de obra “y a la interventoría para que informe las causas de esa anomalía en el funcionamiento de ese punto específico de la conducción”.

Esta zona se caracteriza porque es donde se une la tubería Pead de 250 mm con la válvula ventosa Nº 5. La revisión también incluyó las válvulas 7 y 8.

El informe de la Edat explica que en el segundo día de recorrido se hicieron tres inspecciones en las válvulas 1, 6 y 9, para los tres casos se concluyó que no había presencia de agua, pero si lodo en baja cantidad.

Finalmente, entre las conclusiones estuvo que la obra que se contrató en 2018 “se encuentra actualmente funcionando conforme a los diseños basados en la resolución 330 de 2017 mediante el cual se adoptó el reglamento técnico para el Sector de Agua Potable y Saneamiento Básico, RAS”.

Asimismo, se expone que en la actualidad la Espag no está contabilizando cerca de 77 mil metros cúbicos de agua mensual. También salió a relucir que en la red de acueducto están conectados los habitantes de las veredas Santo Domingo, Cámbulos, La Joya, La Palmera, Caracolí y Potosí “conexiones que no se encontraban estimadas en el diseño inicial”.

Igualmente, se enfatiza en que a pesar del derrumbe que daño parte de la red, la línea “se encuentra funcionando con un caudal superior al del diseño”.

Y en cuanto a las anomalías detectadas en la abscisa K0 + 328 que consiste en una obstrucción interna se deja como reporte para entrar a buscar soluciones, mientras que en lo relacionado a la válvula 5 se reitera informar al contratista e interventor. De este último se añade que el aire que se encuentra al interior de la tubería, genera “ocasionalmente” que el macromedidor electrónico no marque los flujos de agua. 
 

¿Qué dicen las veedurías?

 

Al consultar a los veedores sobre el informe de inspección, indicaron que esta no es la primera vez que se examina la tubería para determinar los motivos que impiden que lleguen 45 l/s de agua a la planta de tratamiento, entre ellos un geófono.

“A parte de eso, también a la línea de conducción le hicieron 16 ventosas (o) aireadores, nos sabemos si esos aireadores que le metieron realmente tengan el visto bueno del diseño hidráulico de la consultoría o simplemente fue ocurrencia de ellos”, expresó Orlando Sepúlveda Chávez, presidente de la veeduría Auditoría Visible.

Agregó, que ahora los habitantes quedan a la espera de que se cumpla con lo acordado ante la Comisión de Moralización y que la Edat lleve a territorio el equipo que se requiere para intervenir los puntos en donde se identificó lodo sedimentados, material vegetal y elementos sólidos irregulares.

La idea es “todos estar ahí, que ellos corten la tubería y nos cercioramos que allí se encontraron estos elementos extraños que impiden en el caudal que se requiere”, precisó el veedor.

Otras de las solicitudes de la comunidad es que las intervenciones que se requieren, se hagan con equipos de termofusión teniendo en cuenta las características propias de la tubería para evitar que queden uniones artesanales.

Aunado a ello, nuevamente la ciudadanía hace énfasis en que una vez esté lista la línea de conducción se desconecte definitivamente el antiguo sistema de acueducto que es de asbesto cemento y tiene más de 30 años de antigüedad, para definir si la tubería de 8,5 pulgadas diámetro interior medido por las veedurías pueden transportar 45 l/s de agua a la planta de tratamiento, “eso es lo que nosotros estamos esperando”, precisó el hombre.

Y aunque en el municipio se esperaba que tras conocer estos resultados se emprendieran acciones inmediatas, las veedurías fueron informadas vía WhatsApp desde la gerencia de la Edat, que la intervención se demora debido a que deben buscar los materiales. “No sabemos si la comunidad está dispuesta a aguantar hasta finales de enero, porque a esto se le ha dado mucha vuelta, se les ha ido bastante la mano”.

En cuanto a la apreciación que se hace desde la Edat que señala que la red conduce las cantidades de agua esperadas, Sepúlvada Chávez se remitió a opinar que este se debe a que está conectada la red de asbesto cemento de 12 pulgadas, hoy “nos podemos bañar en las duchas y tenemos agua porque están las dos tuberías”.

Igualmente, hizo referencia a que las pérdidas por no facturación es una situación diferente a la línea de conducción, que es el centro de las quejas y lo que originó la revisión, “ellos quieren ‘enredar la pita’, pero no nos dejemos confundir”.

Recordó que las veredas que se mencionan en el informe contaban con el servicio desde años atrás, por ello, al hacer referencia al anterior acueducto se hablaba de un sistema regional. 

 

Las otras exigencias 

 

Este complejo tema, va más allá de lo estructural pues desde hace dos años se detectó un hallazgo fiscal a través de una auditoría de la Contraloría General que comenzó en aproximadamente $400 millones y la fecha ya superó los $800 millones. “Lo que solicitamos es que se revise completamente todo los componentes del proyecto y se complemente ese hallazgo fiscal”.

Otra de las peticiones es que el ente de control defina la indagación preliminar sobre la línea de conducción, “si no llegaron los 45 l/s es porque esa tubería no funcionó, porque es de 8.5 pulgadas diámetro interior”.

Sobre dicho aspecto lo último que se conoció es que el resultado puede tardar seis meses, además que el caso fue trasladado al sector de Vivienda y Saneamiento Básico de la Contraloría General, lo que puede seguir alargando el tiempo.

Ante esta situación el veedor opinó que al final el ente de control se convierte en una “trasladuría, engabetadurías, capacitadurías, facilitadurías, viaticadurías y ahora son investigadurías, eso es la Contraloría para nosotros”.

Igualmente, se pide una vez más hacer efectivas las pólizas de estabilidad y calidad de la obra que tienen una vigencia de cinco años, es decir, hasta el 19 de julio de 2026. También, la póliza de garantía de la interventoría con el propósito de que el consorcio contratista TMS y la interventoría Consorcio Interacueducto Armero, respondan por las obras para lo cual fueron contratadas.

Las anteriores inquietudes fueron transmitidas a través de oficio a la Comisión Regional de Moralización del Tolima, la cual está presidida por  la magistrada Ángela Stella Duarte.

El documento lo firmaron las veedurías Auditoría Visible, Comunal Ciudadana, Vapi, y Ciudadana Espag.

 

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REDACCIÓN TOLIMA

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