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Angustiados y a la expectativa permanecen habitantes de Líbano y de municipios aledaños por el represamiento del río Recio.
Conforme a lo relatado por la comunidad de la vereda La Gloria parte baja, que es directamente la afectada, el martes en la tarde se escuchó un fuerte estruendo y con el paso de las horas evidenciaron que el cauce del afluente había disminuido, lo que encendió ‘las alarmas’.
Por consiguiente, el alcalde de Líbano, Jesús Antonio Giraldo, esa misma noche, llegó a la zona y, además de constatar que el río estaba casi seco, relató que media hora después escuchó cómo el agua caía, con lo que comprendió que el afluente había sobrepasado la represa de piedras y demás materiales que se desprendieron de un deslizamiento (a eso se debió el ruido que las personas habían escuchado en la tarde).
Así pues, frente a la preocupación de lo que pudiera pasar, el burgomaestre indicó que más de 50 personas de la vereda La Gloria parte baja, que tienen sus viviendas aledañas al río, desalojaron por seguridad, pero la mayoría no se quiso retirar del sitio para cuidar sus pertenencias y monitorear el actuar del afluente.
“La situación es bastante crítica, no se sabe qué será la cantidad de agua que tendrá esa represa y la cantidad de piedra, tememos de todas maneras a una avalancha porque ya conocemos de eso, ya sabemos lo difícil que es eso, lo que vivimos hace 35 años en la represa que cayó y que fue la que en últimas, pues terminó con Armero, eso nos trae todos estos recuerdos, pero bueno, tengamos fe de que esto no sea algo así parecido”, expresó Giraldo.
Que el agua haya continuado su cauce fue un alivio, sin embargo, el riesgo continúa porque puede haber otro movimiento en masa y represe el río generando una emergencia o la fuerza del líquido pueda arrastrar el material que se cayó, ocasionando otras situaciones sobre el caudal, donde otros municipios que están aguas abajo y cercanos al afluente también se vean afectados.
Acciones inmediatas
El tema puso en alerta a la directora de Gestión del Riesgo del Tolima, Andrea Mayorquín, quien convocó a un consejo departamental extraordinario con los integrantes de Gestión del Riesgo de Líbano, Venadillo, Lérida y Ambalema, que se encuentran aguas abajo del represa miento para tomar medidas preventivas, pues el río se secó en un 80 %.
En consecuencia, se instaló un Puesto de Mando Unificado (PMU) con el cual hacen monitoreo constante, además la secretaría de Salud Departamental decretó alerta amarilla hospitalaria para estar preparados ante una eventualidad.
“Estamos haciendo las verificaciones a las prestaciones, la verificación a la capacidad que a hoy tienen los hospitales de la región y, por supuesto, asumiendo el control de la referencia y contrarreferencia, a través de la alerta amarilla y desde nuestro centro regulador Crue Tolima” manifestó Martha Palacios secretaria de Salud del Tolima.
DATOS
-Al cierre de esta edición no se había registrado ninguna situación de emergencia, pero se continuaba el monitoreo del río y se esperaba que no se registraran más deslizamientos.
-En el transcurso de ayer, donde las personas estuvieron atentas a los hechos, en Lérida se había suspendido el servicio de agua, en Ambalema fueron cerradas las compuertas por seguridad y en Líbano el servicio de gas se había suspendido.
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