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Un informe de la Fundación Saldarriaga Concha junto al Laboratorio de Economía de la Educación de la Pontificia Universidad Javeriana, mostró el panorama de cómo está la cobertura en población con discapacidad en temas de aprendizaje en Colombia.
Aunque el Tolima muestra cifras positivas en algunos aspectos, aún se tiene trabajo por hacer. Gloria Lucía Bernal Nisperuza, coordinadora del Laboratorio, explicó que según información oficial a 2020 de los 2.64 millones de personas que tienen alguna discapacidad 228 mil son niños, niñas o adolescentes entre los cinco y 17 años, “de los cuales 151 mil aproximadamente estaban matriculados en los niveles educativos de preescolar, primaria, secundaria o media”.
Las cifras también revelan que en 2020 en comparación con 2019, a nivel país hubo 6 mil estudiantes menos matriculados en preescolar, básica y media. Igualmente, se analizó la tasa de cobertura educativa bruta para la vigencia 2020 que fue de 71 % y al revisarse por regiones, el Tolima se encuentra en un nivel de cobertura bajo.
En temas de educación superior, de acuerdo a datos del Ministerio de Educación Nacional en pregrado se contaban 9 mil 148 personas matriculados en el primer semestre de 2020. En este rango se incluye técnicos profesionales, tecnologías y programas universitarios, mientras que en el segundo semestre se llegó a 9 mil 195 estudiantes.
Se estima que 17 de cada 100 ciudadanos con discapacidad alcanzan a llegar a este nivel de aprendizaje. Por entes territoriales se encontró que Bogotá, Atlántico, Antioquia y Tolima tuvieron más de mil matriculados en cada semestre.
Por su parte, Lina María Aristizábal, líder de Educación de la Fundación Saldarriaga Concha, expuso que aunque el país muestra avances en temas de acceso de la población con discapacidad a la educación, todavía se mantiene varios retos “hay muchas barreras educativas para la población con discapacidad, hay una brecha muy grande de analfabetismo.
“Mientras que para la población con discapacidad solo el 82.3 % está alfabetizada, la comparación con personas sin discapacidad es de 94,9 % esto nos quiere decir que son más de 12 puntos de diferencia en temas de alfabetización”.
Aristizábal agregó que se hace necesario quitar las barreras al acceso a los derechos y así lograr una inclusión plena, igualmente, prestar una especial atención en las zonas rurales y áreas rurales dispersas, esto teniendo en cuenta que el 16.7 % de los estudiantes con discapacidad pertenecen a veredas y corregimientos.
Recomendaciones
El estudio hace diferentes sugerencias, entre ellas fortalecer las políticas de educación inclusiva con el fin de reducir las brechas de acceso, permanencia y graduación, asimismo, formar a docentes con el propósito de incrementar el personal de apoyo.
También, “es importante hacer unas actividades de búsqueda activa para convocar a la población con discapacidad, asesorar a las familias porque el ingreso temprano a la educación y a las atenciones integrales de la primera infancia es fundamental para la calidad de vida y el futuro de las niñas, niños y jóvenes con discapacidad”, precisó Aristizábal.
Y agregó, que en el sistema de educación básica y media, son importantes las secretarías de Educación ya que tienen la responsabilidad, según decreto 1421, “de tener un plan de implementación progresiva, que garantice el acceso, la permanencia, la calidad y las trayectorias educativas completas de los estudiantes con capacidad”.
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