Miembros de la 'mancha amarilla', ¿víctimas de quiebra o estafa?

HELMÉR PARRA - EL NUEVO DÍA
Los afectados manifestaron haberse confiado de la empresa porque la misma llevaba más de ocho años de trayectoria en la compra y venta de vehículos. Adicional a ello, el propietario ostentaba respaldo de los grandes concesionarios.

Estafados por Servilogística Ibagué Ltda. se sienten tres ciudadanos que pretendían adquirir un nuevo vehículo para utilizarlo como taxi. A casi un año de haber firmado el contrato de permuta, Wilson Guarín Rojas, dueño de la empresa en mención, desapareció. Los compradores no tienen ni carro, ni dinero y el establecimiento se encuentra cerrado. Róbinson Vera Castro, abogado de Guarín, sostuvo que para este caso los quejosos no pueden hablar de estafa, porque el incumplimiento de su cliente obedeció a la quiebra de la compraventa de carros. Así mismo, insistió en que el haber firmado un contrato les garantiza que a mediano o largo plazo el dinero será devuelto.

"Ese señor me tumbó"

José Wilson Sabogal Peláez celebró un contrato de permuta con   Servilogística Ibagué Ltda el 2 de marzo de 2010, con el propósito de acceder a un vehículo tipo taxi marca Hyundai Atos cero kilómetros. Para ello entregó como parte de pago un taxi Atos, modelo 2009, más ocho millones 200 mil pesos.  "Yo le entregué como permuta un carro 2009 para que él me diera uno 2011. Dentro del contrato se estableció que yo me reservaba el derecho de dominio del carro hasta que él me entregara el otro vehículo, pero Wilson Guarín abusivamente vendió el carro. Es decir que los papeles aún están a mi nombre".

En el documento firmado por Servilogística Ibagué Ltda. y Sabogal Peláez se indicaba que la empresa haría entrega del vehículo y la capacidad transportadora de 0 km libre de gravámenes, embargos, multas, impuestos, comparendos y circunstancias que afectaran el libre comercio del bien - objeto. De igual forma se estipulaba que el nuevo rodante se tenía que entregar en plazo máximo de 45 días, pero este acuerdo nunca se cumplió. "El negocio que hicimos fue una permuta, pero el valor del carro está estipulado en 62 millones de pesos. En este momento estoy sin plata y sin carro", agregó Sabogal Peláez.

"No dejó ni rastro"

El 28 de febrero de 2011, Jesús Alfonso Ortega entregó 50 millones de pesos a Wilson Guarín Rojas como cuota inicial para adquirir un vehículo marca Hyundai Atos, modelo 2011, cero kilómetros, para la propiedad de la capacidad transportadora o cupo del taxi urbano. Pero, a siete meses de haber entregado el dinero, Ortega no ha visto 'señales' del rodante. "El valor total del carro era de 69 millones de pesos.

En el contrato de acordó que yo entregaba 50 millones en efectivo y que los 19 restantes se pagarían con un préstamo hecho a través de Mundo Mujer. En el documento también se estableció que el vendedor debía entregarme el seguro obligatorio (Soat), la tarjeta de operación, emblemas, taxímetro y los seis meses de rodamiento, pero al Sol de hoy eso se quedó sólo plasmado en el papel", refirió.

 "A Wilson Guarín lo tienen amenazado"

Para el abogado Róbinson Vera Castro, en este caso no se puede hablar de una estafa, porque si bien es cierto que Servilogística Ibagué Ltda. le ha incumplido a los clientes no fue por voluntad propia, sino por  malos manejos por parte del propietario. "Infortunadamente la empresa quebró por algunos clientes que no cumplieron con sus obligaciones. Aparte de ello mi representado manejó indebidamente algunos recursos que le imposibilitaron responder a tiempo con los contratos firmados. 

"Mi cliente lleva cerca de 10 años trabajando con este tipo de ventas y permutas. Él no compraba los vehículos nuevos, sino que simplemente servía de intermediario y se encargaba de comprar la capacidad transportadora, por eso sé que en ningún momento quiso estafar a alguien", señaló el profesional del Derecho. Vera también sostuvo que a raíz del incumplimiento de la compra- venta con los propietarios de los taxis, Guarín fue amenazado de muerte. Hecho que, presuntamente, lo obligó a salir de la ciudad.

"Entendemos que mucha gente está molesta porque ellos (clientes) invirtieron su plata para tratar de adquirir un nuevo vehículo, pero resulta que al señor Wilson lo amenazaron y ante eso sólo le quedó como remedio salir porque de lo contrario lo iban a matar.

En este momento yo como abogado me encuentro adelantando un proceso para recuperar la cartera con el único fin de devolverle el dinero a las personas. Además, el contrato que se firmó es una garantía para las personas que hicieron negocio, puesto que con él podrán reclamar su dinero, más los intereses", finalizó.

Credito
ANA LUCÍA RIVERA Q.

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