Ibaguereños inconformes por ‘buses chimenea’ en las calles

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
La Administración municipal tendría la responsabilidad de regular la contaminación ambiental que genera el tránsito, al igual que la chatarrización de los vehículos con matrícula vieja.

Los ibaguereños se quejan constantemente por la cantidad de esmog que emiten los vehículos de transporte público, en especial los autobuses, y afirman que cada vez se respira menos oxígeno y más monóxido de carbono, bióxido de azufre y otros contaminantes, en especial durante las horas pico en las principales vías de la ciudad.

El control del humo es principalmente responsabilidad de la Alcaldía, ya que es la entidad encargada de implementar programas para mejorar el transporte público y por consiguiente la calidad de vida de los ciudadanos, como podría suceder con el cumplimiento de la norma vigente desde mayo del 2013, encabezada por el Ministerio de Transporte para chatarrizar los vehículos matriculados antes del 2000.

La ciudadana Jéssica Romero, asegura que “cada vez que salgo a la avenida, así sea para cruzar la calle los buses botan ese humo sucio del carburador sobre uno, ya que muchos tienen el exosto en la parte inferior del carro, generando ardor en los ojos sin que nadie regule eso”.

Actualmente la Secretaría de Tránsito y Transporte, no cuenta con los equipos necesarios para la medición de contaminantes en el aire, por eso se debe valer de Cortolima para hacer las evaluaciones por medio de un vehículo que cuenta con un equipo parametrizado por el Ideam.

Jorge Enrique Cardoso, director de Cortolima, asegura que “de acuerdo con las mediciones hechas antes y después del ‘Día sin carro’, se determinó que a pesar de las emisiones atmosféricas que expiden algunos vehículos de transporte público, la mayoría cumplen con los parámetros que ordena la norma nacional”.

Y complementó “porque en Colombia los rangos son muy lapsos, y genera más alarma ver el humo que la infracción a la norma en la resolución 0910 del 2008, como por ejemplo el diésel del país no ha llegado a los parámetros que se manejan en Europa”.

A pesar de esto, hay vehículos que producen graves afectaciones ambientales, ya que debido a la cantidad de taxis y particulares que requieren de gasolina, la problemática es mayor que las mismas busetas, porque a pesar de poseer su certificado de revisión tecnomecánica, uno de estos carros puede recorrer tres mil kilómetros en pocos días, descalibrando la graduación que se renueva anualmente. La comunidad puede hacer sus denuncias al respecto en la Secretaría de Tránsito, y allí se debería emprender las acciones para ejercer el control y expedir las sanciones pertinentes.

Credito
HERYK FARFÁN

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