Varios de los asistentes dijeron que son muy pocas las actividades promovidas por la Administración local y estas no suplen las necesidades de inclusión en las diferentes esferas sociales.

Jorge Virviescas, vocero nacional Lgtb y miembro del colectivo León Zuleta, expresó que “queremos el reconocimiento, muchos somos padres de familia, profesionales, pero sobre todo personas del común que pagamos impuestos, y no exigimos mayores derechos, sino los mismos de los demás ciudadanos”.

Los representantes indicaron que hay voluntad tardía de la Administración local, a pesar de que está en proceso un proyecto de política pública Lgtb, pero, dicen, se está adelantando en la culminación del periodo de Luis H., y como si fuera poco no reflejaría todas las opiniones y necesidades de la comunidad.

Otra de las inconsistencias que ven al proyecto es que no se manejaría un presupuesto para su operación y aseveraron que “un documento institucional sin presupuesto es letra muerta”.

Erick Ramiro Sánchez, referente Lgtb de la Administración municipal, asegura que “hemos venido trabajando desde que comenzó este Gobierno, solo que antes había un distanciamiento de la comunidad y era necesario hacer el acercamiento participativo, para luego adelantar el proyecto de política pública”.

El documento se está elaborando en compañía del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Pnud, y hace 15 días aproximadamente fue presentada al Consejo de Política Social, para luego exponerlo en junio ante el Concejo municipal, y sea debatido para avalarlo por decreto.

Lina Mayerli Ulloa, estudiante de Derecho y miembro del colectivo Lgtb, dice “que hagan un plan que realmente cubra las necesidades de esta comunidad, y no solo por salir del paso y mostrar hechos, porque lo que estamos buscando es una aceptación, ya que somos personas productivas para la sociedad y podemos trabajar conjuntamente en el desarrollo”.

Al conversatorio asistió un representante de la Iglesia Católica y de la Personería; y aunque fueron invitados miembros del Icbf, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo, estos no acudieron.

Por su parte, la Iglesia Católica, representada por el párroco Carlos Pinzón, de la iglesia de Cádiz, se mostró en desacuerdo con la adopción, ni entre parejas heterosexuales, ni del mismo sexo, y sostuvo el lineamiento de la Iglesia en no aprobar la leyes que son debatidas actualmente.

A pesar del poco interés de la comunidad en general para participar en este tipo de eventos, los comités organizadores consideran que es un gran avance y que se debe fortalecer este tipo de espacios para abordar temas que influyen en esta población.