Según lo expuesto, no están en desacuerdo con el cobro, ya que son conscientes que quién haga uso del mismo tiene que cancelar un valor.
Con lo que no están de acuerdo es con las tarifas, y aunque reconocen que su valor tuvo una rebaja frente a lo contemplado en el decreto inicial, este no deja de ser oneroso, lo que dificultaría la operación de muchos de sus afiliados.
Y con lo que el gremio definitivamente no está de acuerdo es que el decreto sea inequitativo en su aplicación, pues mientras a los comerciantes formales les rige a partir de enero de 2018, a los informales se les dará un plazo de seis meses para iniciar con los cobros.
“De ser así, seguramente se irá a generar un problema social para la ciudad debido a que muchos comerciantes se verán en la obligación de reducir su nómina”, indica el comunicado.
La misiva solicita de manera respetuosa una revisión y una concertación en la que se puedan ampliar las fechas y por supuesto se dé la oportunidad para revisar las tarifas.
Otros gremios
Cabe recordar que Fenalco tampoco está de acuerdo con el decreto, según Germán Díaz Enciso, director Ejecutivo de esta agremiación, los costos son excesivamente altos.
Esta entidad presentó una propuesta a la Alcaldía que consistía en que el cobro se hiciera anual y dividido en cuotas, pero esta, al parecer, no hizo eco en la Administración municipal, pues no hubo pronunciamiento.
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