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La veeduría señala que en los sardineles (bordillos prefabricados de concreto), el hormigón debe quedar a la vista, libre de fisuras, hormigueros o imperfecciones.
Sin embargo, Vapi manifestó que “los sardineles presentan muchos imperfectos en su acabado (porosos, manchados, imperfecciones, rayados), optaron por pintarlos para ocultar los defectos. Al parecer, todo indica que los sardineles prefabricados son de segunda”.
A través de imágenes de diferentes lugares del Parque Deportivo, la veeduría aduce que es evidente la forma en cómo intentaron arreglar las imperfecciones.
“Como se puede apreciar, la interventoría y la supervisión de obras, brillaron por su ausencia, posición un poco sucia, eso de tapar los daños con pintura, es como los entes de control dedicados a repartir medallitas y pergaminos y no acometer sus verdaderas funciones.
“Reclamamos la intervención inmediata de todos los entes de control, para exigir el cumplimiento a cabalidad de este contrato”, finalizó Vapi.
El contrato
Cabe recordar que estas obras hacen parte del contrato para la Construcción del Urbanismo y Paisajismo del Parque Deportivo, adjudicado en la Administración del exalcalde Guillermo Alfonso Jaramillo por el Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de Ibagué (Imdri). En el gobierno de Hurtado se culminó el 46% de la obra.
El contrato tuvo un valor inicial de $18.677.620.989 y un valor final aproximado de $29.000 millones según Vapi. El contratista fue Promciviles S.A.S. y el interventor Ingconsa S.A.S., no obstante, la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) apoyó la supervisión de obras.
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