La inconclusa restauración de la estación del tren

Crédito: Hélmer Parra – EL NUEVO DÍA
La segunda fase del proyecto recuperación social de la antigua estación del tren en Picaleña y su entorno no inicia, a pesar de que los recursos están. Los vecinos le exigen a la Alcaldía que le preste atención al tema y también a la falta de mantenimiento al bien cultural.
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A pocos días de cumplirse dos años de la recuperación de la estación del tren en Picaleña y poco más de un año de ser inaugurada la primera fase, preocupa la falta de mantenimiento al bien y el aparente desinterés de la actual Administración para continuar con el proyecto.

La segunda fase, que ya está financiada, se trata de una alianza público privada con la Constructora Bolívar, que destinó 700 millones de pesos para terminarla, pero, debido a que el Municipio habría permitido ingresar invasores en un lote contiguo, quedó paralizada.

               

En contexto

Según los antecedentes de esta estación, luego de que en 1918 llegara la línea férrea a Picaleña, se decidió en 1921 construir esta estructura, pero en 1982, cuando dejó de funcionar el tren, quedó abandonada.

Hace más de 20 años, unas 17 familias ocuparon las antiguas instalaciones y fue en 2019 cuando inició el desalojó de lugar y, para el mismo año, luego de un comodato con Invías, inició la restauración, pero quedó pendiente la demolición de una vivienda.

Con los permisos para intervenir y con los estudios y diseños aprobados, se ejecutó la primera parte de la obra, la cual constó en adecuar el edificio, considerado bien de interés cultural, y su inauguración se dio el 30 de diciembre de 2019.

La segunda fase, que le corresponde a la Constructora Bolívar, la cual atenderá todo el espacio público y otros mobiliarios como parques y plazoleta, no se ha podido iniciar por una familia que invadió el predio.

El 31 de diciembre de 2019, cuando Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez entregaba su puesto como Alcalde, se dio la orden para demoler la vivienda, pero ahí iniciaron los problemas, y más de un año después, la actual Administración no ha podido solucionar o, según denuncias, no ha atendido.

“El día de la demolición, el Secretario de Gobierno de la época realizó la diligencia de desalojo de la vivienda y ya quedaba para que el Gobierno entrante diera la orden a la constructora para seguir con la realización de la plazoleta y el parque.

“Pero otra vez llegó la familia alegando que tiene una orden de un Juzgado, que esa casa es de ellos y, en ese sentido, volvieron a ocuparla después de todo el trabajo realizado por espacio público”, informó un arquitecto especialista en patrimonio.

El presidente de la Junta de Acción Comunal, Diego Luis Restrepo Flórez, agregó que infortunadamente para la sociedad, la casa que invade el lote tiene retrasado el inicio de la segunda etapa, y que aunque ya habló con el alcalde Andrés Fabián Hurtado Barrera, no ha sido posible que desalojen a la familia que se volvió a tomar el lugar.

“El funcionario de Espacio Público dice que tiene la orden, pero que que no hay una cuadrilla y medios suficientes para dicho trabajo. Se va a ir primero la constructora y nos vamos a quedar sin terminarla”.

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¿Y la biblioteca?

‘Cultivarte’ es la estrategia que se tiene planeada ejecutar en la antigua estación ya recuperada, con la finalidad de promover las actividades culturales, artísticas y lúdicas a los habitantes de esta zona de la comuna Nueve, por esta razón, se habilitó el espacio para la biblioteca pública.

Pero ahora, según lo indicado, no se ha planteado nada nuevo y lo que dicen los vecinos es que en vez de iniciar con la equipación de computadores y elementos necesarios para la apertura, lo que hicieron fue encerrar con cercas los alrededores del bien.

Esto último, según lo conocido, no sería legal, debido a que se trata de un bien de interés cultural y, además, no iría conforme al diseño planteado, en el que se incorporaron plazoletas de lectura y un espacio para proyección de películas al aire libre.    

“Dicen que ese encerramiento es para que no se metan consumidores y ladrones, pero es que para eso existe un vigilante; pero que pasó, el vigilante polarizó los vidrios para que no lo vean dormir”, indicó el arquitecto consultado.

Lo que piden los habitantes de la comuna Nueve, la más grande de Ibagué, es que el Gobierno de turno le preste atención a esta obra que quedó inconclusa y, al parecer, olvidada.

El compromiso de la Constructora es terminar la segunda fase, por ello la comunidad exige que se aproveche esta alianza para dejar un buen espacio al servicio de los ibaguereños y los colombianos.

 

Falta mantenimiento

La falta de mantenimiento a la estructura y sus alrededores, que ha provocado entre otros el daño de algunas luminarias; aunado a la falta de limpieza al techo para evitar que las semillas que caen de los árboles formen arbustos, es otro de los temas que piden los usuarios, pues temen, en este último caso, que la cubierta pueda colapsar. De momento se habría generado goteras, lo que llevó al daño de cielorrasos y algunas luces internas.

El presidente de la JAC, Diego Restrepo, indicó que mediante una carta pedirá más atención al parque, en cuanto al mantenimiento, para evitar que se llene de monte lo que se logró hace casi dos años.

 

La vigilancia

Respecto al tema de vigilancia, se conoció que aunque la Administración municipal le paga a una empresa privada para prestar este servicio en el lugar, para nada estarían sirviendo estas personas, pues algunas zonas habrían sido robadas.

Pero antes, durante la ejecución de la obra, se denunció ante la Alcaldía el hurto de material eléctrico, cables, taladros, martillos, luminarias y otros elementos de obra que fueron avaluados en siete millones de pesos.

“Ha sido tan malo este servicio, que recién se entregó la obra, un guardia demolió, sin querer, un bolardo que cuesta 700 mil pesos, pero la empresa no lo pagó y esta Administración no prestó atención”, dijo otro denunciante.

Credito
EL NUEVO DÍA

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