Los hechos motivo de esta sentencia ocurrieron entre 2013 y 2014, época en la cual su patrimonio tuvo un incremento injustificado de 100 millones de pesos, producto de las dádivas recibidas de parte de Wilmer Manchola Cano, también procesado por este caso.  

El origen, se constató, fue un contrato relacionado con la realización de los estudios y diseños para la construcción, adecuación y remodelación de los escenarios del parque deportivo y de las instalaciones de la unidad deportiva de la 42 de Ibagué, para las justas deportivas.

Dicho contrato le fue adjudicado de manera directa a una empresa que entregó $573 millones de pesos como dádivas, de los cuales $100 millones fueron entregados a Ovalle Angarita como contraprestación por su gestión de acercamiento con uno de los asesores de la alcaldía de Orlando Arciniegas, condenado por estos hechos.

En contra del condenado se libró orden de captura para que purgue la referida pena en centro carcelario. Esta decisión es de primera instancia y sobre ella proceden los recursos de ley.