Vereda El Neme de Valle de San Juan, ejemplo de superación y perdón

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Tuvieron que pasar 16 años para que la comunidad de El Neme en Valle de San Juan, compartiera con un grupo de ciclistas foráneos una jornada de unión por medio de ‘El Ciclopaseo por la Paz y la Reconciliación’, actividad que permitió conocer historias de superación y reconstrucción de tejido social.

María Yineth Villarreal García es una de las habitantes de El Neme que tiene en su memoria cada detalle del 24 de abril de 2001, día en el que paramilitares del bloque Tolima de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, se tomaron el caserío y asesinaron a un grupo de personas.

Sin embargo, hoy habla con mayor tranquilidad y cada una de sus palabras hacen referencia a buscar alternativas para que El Neme, vuelva hacer el hogar que conoció décadas atrás.

Desde ese cruel día, “nos tocó salir adelante solos, porque el Estado nos abandonó totalmente hasta el 2009, año en el que una psicóloga nos dijo que podíamos declararnos como víctimas”, contó Villarreal García.

Agregó que fueron años difíciles porque además de llorar por los seres queridos, tenían que enfrentar la estigmatización a la que fueron sometidos.

 

Un retorno obligado

Pasada la tragedia, las familias salieron desplazadas hacia distintos lugares, obligados por el temor de que los paramilitares regresaran, lamentablemente las ciudades no les brindaron a estas víctimas la oportunidad de sobrevivencia que necesitaban, por lo que optaron por regresar.

“Nos tocó trabajar solos este proceso, hasta ahora nos estamos levantando porque aun no tenemos el nombre de la vereda en limpio, pero sí hemos hecho harto”, comentó la mujer.

María Yineth Villarreal, comentó que entre 2014 y 2015, empezaron a contar con el apoyo de Unidad para las Víctimas, entidad que les brindó las herramientas psicosociales que le permitió a la comunidad alcanzar el perdón.

“Tenemos una comunidad que ya recuperó un poco el tejido social que perdió, nosotros podemos celebrar la fiesta de la madre, reunirnos de nuevo en la escuela, hacer la novena de aguinaldos y el día de los niños. Todo esto había desaparecido por culpa del conflicto”, narró.

 

Fe y familia

Al preguntarle a la residente cuál es la mayor fortaleza que tiene la vereda, dijo que “la oración, es una vereda muy unida, eso nos fortalece mucho y nuestros hijos, de verlos de acá a mañana en una vereda sana y luchadora”, precisó Villarreal.

Credito
EL NUEVO DÍA

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