Según la secretaría Sandra Torres, esta es una situación preocupante que vulnera el derecho a la salud, razón por la cual se procedió a adelantar dos visitas a la entidad y discutir la problemática con la Procuraduría.
“Es muy poca la oferta de este servicio en el Departamento y si nos cierran camas, vamos a estar más afectados y por eso en este momento las EPS nos deben garantizar su red de servicios”, precisó Torres.
La funcionaria explicó que las IPS públicas y privadas tienen la autonomía de cerrar o abrir servicios en el momento que lo consideren, sin embargo, en este caso el cierre de la unidad acarrea dificultades y problemas para el sector salud, especialmente cuando está de por medio la atención de los niños.
Por ello, “tenemos toda la autoridad y la vigilancia de que las EPS cumplan con los diferentes servicios para poder atender la salud de los tolimenses, es ahí donde podemos entrar a inferir en que no nos cierren servicios y que nos garanticen la oferta”, precisó la funcionaria.
Buscando salidas
De otra parte, el pediatra Edwin Murcia, integrante del Sindicato de Pediatras de Colombia, contó que a pesar de que se hicieron dos reuniones con las secretarías de salud y la administración de Avidanti, hasta ayer en la tarde no se había logrado echar atrás el cierre.
Sin embargo, se levantó un acta en el que se expone la posibilidad de que no se haga, o se piense de manera temporal.
Esto significa que la medida empieza a partir del primero de enero, razón por la cual ya no tiene pacientes y se optó por terminar la contratación con varios pediatras.
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