Este medio consultó el caso con la gerente de la clínica Mónica Mosos, quien explicó que el niño ya había estado hospitalizado en Avidanti.
“Es un paciente que llegó muy crítico y deteriorado, tenía una infección respiratoria.
“Desde el momento en que ingresa a la institución, el domingo, se inicia todo el manejo pertinente que requería y fue valorado por las pediatras nuestras”.
Teniendo en cuenta la complejidad del caso se adelantó todo el proceso necesario y el protocolo que ayudara al pequeño a mantenerse con vida, no obstante, a medida que pasaban los minutos la crisis fue aumentando y su corazón debilitándose.
“La EPS le ubicó cama en la Fundación Cardioinfantil, pero el paciente falleció cuando iba a ser trasladado”, precisó Mosos.
Al preguntarle a la gerente si hubiera cambiado en algo si se tuviera disponible la UCI pediátrica, respondió que la condición en la que ingresó el bebé fue muy crítica “y el manejo que se le dio es el que se hubiese dado en una unidad de cuidados intensivos.
“Todo lo requería en ese momento, soporte ventilatorio y los medicamentos. Inclusive a pesar de que se inició (la atención), cursó hacia un deterioro progresivo muy rápido”, dijo.
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