Rioblancunos trabajan para que cicatricen las heridas del conflicto

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Cada amanecer en Rioblanco sin el ruido de las balas o el temor de quedar en medio de un enfrentamiento entre el Estado y las Farc es visto como una bendición, tanto así que ya se nota un significativo retorno de las familias que tuvieron que salir desplazadas de lugares como Puerto Saldaña.

Otro de los medidores de que esta población, ubicada al Sur del Tolima, está en medio de paz y tranquilidad es la reactivación del comercio y del sector de la construcción, pues según cuentan los habitantes años atrás era impensable hacer mejoras a las viviendas porque automáticamente se incrementaban las 'vacunas' o pagos exigidos por las organizaciones al margen de la ley.

El concejal Jaime Fierro Betancourt contó que también se está notando la llegada de personas de otras regiones interesadas en invertir, igualmente, se está recuperando la agricultura “aquí se perdió cantidades de cafetales, sobre todo en la región del Puerto (Saldaña), que es productora de aguacate, cacao y frijol”.

La riqueza de estas tierras son abundantes pues se cuenta con terrenos aptos para cultivar arroz, en el sector Palmichal junto al río Mendarco hasta zonas cerca al páramo, ideales para la mora, el lulo, tomate de árbol, entre otras.

Sin excusas para no invertir en Rioblanco

Anteriormente, la falta de inversión era justificada por los problemas de orden público, pues cada vez que intentaba llegar alguna entidad oficial o privada, eran sobornadas u obligados a retirarse del territorio. “Ya a los ingenieros no los detienen, hoy se está desplazando hasta el mismo Gobernador, las autoridades municipales y la Policía”, narró el cabildante Ángel María Suárez Cardozo.

Sacrificio y educación

Amalia Bermúdez García, residente de Rioverde y madre de cuatro pequeños, contó que en su caso vive a una hora de distancia de la I.E. Jesús Antonio Amezquita, sede de la vereda, razón por la cual debe levantarse a las cinco de la mañana para alistar a sus hijos. “Les preparo el desayuno y el refrigerio, porque todavía no ha llegado. Ellos salen (de la casa) a las 7 a.m., para que lleguen por lo menos cinco minutos antes de iniciar clases”. Entre los obstáculos a sobrepasar hay una quebrada, que en época de invierno impide que los menores vayan a clase, mientras que hay otras áreas en las que los estudiantes deben pasar por una 'hamaca' o puente artesanal y cruzar el río Verde, hecho que es visto con gran preocupación por los docentes.

Según Rubén Darío Vergara, profesor de primaria, en este plantel educativo hay 35 menores matriculados, pero varios no llegan debido a las dificultades en la movilidad y aunque los padres instalaron las hamacas, el riesgo es inminente. Algunos viven a 15 minutos y otros a más de una hora. A pesar de todo, “los niños están disponibles para estudiar a la hora que sea”.

Electrificación

La ilusión de electrificación en veredas como Rioverde se estaría materializando, pues según Robinson Sánchez director del proyecto y representante de Macroingeniería Integral, proveedor de Enertolima, desde julio de 2017 se viene adelantando la instalación de la infraestructura de energía en 14 veredas.

Teniendo en cuenta las condiciones del terreno, las zonas de mayor dificultad por distancia son La Catalina y Palma Horizonte, sin embargo, ya el personal entró a operar. “Los recursos son del Ministerio de Minas y Energía y el proyecto tiene una inversión de $4 mil millones que abarca infraestructura e interventoría”.

Sánchez comentó que la calma que se vive en la región permite que hoy se tenga un 75% en el avance de las obras. A la par de este trabajo, Macroingeniería Integral, emprendió la campaña 'Vive con energía', estrategia que involucra la entrega de útiles escolares a los niños de las veredas en donde se adelanta la electrificación rural. En esta actividad participan empresas como Gana Gana, Enertolima, la Alcaldía de Rioblanco, entre otras. Este apoyo ya llegó a Rioverde y a Los Alpes.

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios