En vilo producción arrocera en el Tolima con la firma del TLC

Las afectaciones se empezarán a ver año tras año, y es que el gran factor de desequilibrio radica en que los agricultores de Estados Unidos reciben subsidios y los colombianos no, lo que baja notablemente la producción. Desde hace dos años, se estudian estrategias para competir con este mercado.

“El sector arrocero va a resultar afectado de manera grave, porque hay una gran cantidad de arroz que ingresará sin aranceles, lo que se conoce como 'contingente' y que llegará a precio de mercado internacional”. Con esas palabras, Ángel María Caballero, director de Salvación Agropecuaria, pone en alerta la gran crisis que se verá en un futuro cercano si ahora no se implementan soluciones.

Señala que todos los agricultores saben que la firma del TLC lentamente les va afectar y que con el tiempo se va a incrementar el contingente de arroz, generando una competencia donde el arrocero del Tolima no tendría muchas posibilidades sino utiliza alternativas e implementación de tecnologías para estar a la vanguardia.


Pero se refiere además que cuando el arroz se empiece a importar, una empresa se encargaría de comprarlo, de distribuirlo a una industria molinera y el impacto sería menor. Pero, a estas alturas, ya cuando la firma esta más cerca, la única posibilidad es reconvertir la manera de producción y comercialización.


Hay temor en el gremio
Y es que estas apreciaciones en parte son compartidas también por el director Ejecutivo de la seccional Tolima de Fedearroz, Germán Buraglia, quien no desconoce la preocupación de los cerca de mil 200 arroceros que hay en el Departamento.    

“Estamos trabajando desde hace varios años, buscando estrategias y el objetivo es que en cinco años estemos en competencia con el resto del mundo”, dijo.


Afirma también que con lo que se enfrentarían es con los subsidios de otros países y el proteccionismo, además los costos de producción son menores.


Por ello, la consigna de los campesinos tolimenses debe ser trabajar en ser aún más productivos y buscar más alternativas, no esperar a que llegue el arroz, sin buscar soluciones.


“Estamos trabajando en un programa para implementar más tecnología, y es que el TLC nos obliga a reaccionar.


“Ya esa palabra no debe causar temor entre los arroceros, debemos aprender a manejarla porque aún hay mucho tabú sobre el tema.


“De Colombia hacia afuera hay otras oportunidades y de afuera hacia adentro tendremos muchos inconvenientes”, agrega.


Las soluciones
Para el gerente General de Fedearroz, Rafael Hernández, la firma del TLC era un hecho que se sabía que tarde que temprano llegaría, por lo que han estado buscando acciones para contrarrestar el efecto que generará.

“La meta es lograr mayor productividad con menores costos y para eso estamos buscando el apoyo del gobierno, soluciones posibles que ya le hemos presentando al Ministro de Agricultura”.

Y pese a que se tienen seis años de gracia, antes de que se empiece a notar el efecto de la llegada de la producción de afuera del país, señala Hernández que es necesario atacar la posible crisis que se avecina por dos frentes: el primero de ellos consiste en bajar los costos por hectárea; y el otro, disminuir los costos por kilogramo.

“Sino hacemos trabajo desde ya, año tras año nos vamos a ver afectados y lo que queremos es ser competitivos y no que se generé una crisis.

“Tenemos que estar preparados, los agricultores se deben sumar al programa, entre más aplicación haya de tecnología en sus cultivos tendrían cada vez menos posibilidad de desaparecer del mercado”, puntualizó.


Cifra
100 mil hectáreas de arroz al año se cultivan en el Tolima, y es la tercera parte de la que se consume en Colombia.

Comillas
“No estamos demorados, llevamos dos años trabajando para poder entrar en la competencia mundial”. Germán Buraglia.

Credito
EL NUEVO DÍA

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